Algunos deben huir, otros deben quedarse: la lucha por la supervivencia en Yambio, Sudán del Sur

  • John
    John
    A raíz de los enfrentamientos, John y su familia debieron desplazarse de su aldea y ahora viven en la ciudad de Yambio. La región de Ecuatoria es conocida por su agricultura y, allí, John se dedicaba al cultivo en su parcela de tierra. Además de agricultor, John era sastre. Estas actividades le proporcionaban un buen ingreso y así pudo pagar la educación de sus nueve hijos. Ahora, John no puede ingresar en su pequeña explotación agrícola, que quedó al otro lado de la frontera. La máquina de coser que logró traer consigo se dañó en el camino y no tiene las piezas de repuesto necesarias para repararla. “Además, no puedo competir con los sastres de la ciudad, casi no tengo clientes”, afirma. John y sus hijos mayores, quienes tuvieron que abandonar la escuela, mantienen a la familia haciendo trabajos informales. John intenta relacionarse con los habitantes de la zona para así conseguir más trabajo. Sin poder acostumbrarse a la vida en la ciudad, John sueña con regresar a su aldea.
    CC BY-NC-ND / Alyona Synenko / CICR
  • Antonina
    Antonina
    Antonina, una maestra jubilada, vivía con su hija y sus tres nietos. Luego, estalló el conflicto en la ciudad. “Oímos los disparos y las personas comenzaron a correr. Le dije a mi hija que tomara a sus hijos y que huyera con ellos. Obviamente no pude ir con ellos, por mis muletas.” Pasaron dos meses y Antonina aún no tiene noticias de sus familiares. “Todos los días trato de imaginar cómo será la vida de ellos ahora. Ni siquiera sé dónde están.”
    CC BY-NC-ND / Alyona Synenko / CICR
  • Penina
    Penina
    Penina es ciega. Sus vecinos solían cuidar de ella llevándole comida todos los días. Cuando estalló el conflicto, los pobladores huyeron. Hasta el día de hoy, muchas casas permanecen vacías. “Las personas que me ayudaban no regresaron. Ahora, trato de recoger hojas de mandioca para cocinar mi propia comida, pero me resulta muy difícil.”
    CC BY-NC-ND / Alyona Synenko / CICR
  • Angelina
    Angelina
    A pesar de que no sabe su edad con exactitud, Angelina ha llegado a una etapa de la vida en que vivir sola se ha vuelto muy difícil. Solía recibir mucha ayuda de sus vecinos. “Siempre me traían dinero y comida.” Cuando el vecindario se vació a causa de los enfrentamientos, Angelina quedó sola, librada a su suerte. “Oraba para que los vecinos regresaran. Creí que moriría aquí, sola. Ahora, de a poco, van regresando, pero muchas casas aún están vacías.” Angelina trata de cultivar alimentos en su propia parcela de tierra, pero el trabajo físico no es nada fácil para alguien de su edad. “Esta mañana, salí muy temprano y me llevó todo el día ir hasta el campo a recoger un poco de mandioca para poder comer.”
    CC BY-NC-ND / Alyona Synenko / CICR
04 enero 2017

En los últimos meses, la intensificación de la violencia en la región de Ecuatoria, en Sudán del Sur, ha obligado a miles de personas a huir de sus hogares, lo que provocó la separación de muchas familias y comunidades. Si bien algunos enfrentaron el desarraigo y luchan por adaptarse y sobrevivir en lugares desconocidos, otros debieron quedarse y están librados a su suerte.