Detenidos en Colombia, entre la falta de servicios de salud y el hacinamiento

16 mayo 2017
Detenidos en Colombia, entre la falta de servicios de salud y el hacinamiento
Ronan Guillou / CICR / CC BY-NC-ND

La rápida propagación de enfermedades como tuberculosis, VIH y varicela es recurrente en muchas de las cárceles colombianas. Esta situación está ligada al hacinamiento que, según cifras del Estado, llegó al 47,8 por ciento en abril de 2017. 

No obstante, estas no son las únicas enfermedades entre la población privada de la libertad. A estos padecimientos se les unen otros relacionados con un mal manejo de los alimentos y otras afecciones como hipertensión y diabetes. Sin un adecuado tratamiento, la vida de estos pacientes se pone en peligro. 

Hernán Reyes, doctor experto en salud en centros penitenciarios, indica que "el estado de salud de las personas detenidas no solo depende de los servicios sanitarios, sino también de problemas como el hacinamiento y la violencia que esto genera. No se puede rehabilitar ni reinsertar a nadie en estas condiciones".

El acceso al sistema sanitario es cada vez más complicado en los centros penitenciarios del país, especialmente después de 2016, cuando la empresa prestadora de salud que los cubría (Caprecom) fue liquidada. Adicional a esto, la demanda es muy alta frente a la cantidad de funcionarios. Por ejemplo, para atender a los detenidos que tienen problemas de salud mental solo hay dos unidades especializadas y permenentes ubicadas exclusivamente en las prisiones de Cali (Villahermosa) y Bogotá (La Modelo).

Ahmed Youssef, coordinador de salud en detención del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para las Américas, dice que los retos humanitarios en las cárceles abundan, pues existe "una recolección ineficiente de información que no permite realizar una vigilancia epidemiológica adecuada. Eso sin contar el pobre diseño de los sistemas de salud en detención y la falta de supervisión y monitoreo de la prestación sanitaria".

Para Juan David Marín, médico experto del CICR en Colombia, una de las necesidades del sector (además del suministro de medicamentos de alto costo y dotación básica de enfermería) es la formación del personal, no solo para que puedan ayudar a satisfacer la demanda, sino también para que realicen recomendaciones a las entidades encargadas del sistema carcelario.

"La capacitación debe ser para que la persona que tiene acceso a los detenidos aprenda a manejar casos que tengan cierta dificultad, como las personas con alguna condición crítica o de los que tienen problemas de salud mental", afirma el doctor Marín.

María del Pilar Bauza, enfermera del CICR, dice que otro de los pilares de la salud en detención está en la ética, pues se debe mantener la "confidencialidad, el consentimiento informado, y la no participación o rol del personal en el maltrato; entre otros".

El difícil manejo de la tuberculosis

En la mayoría de las cárceles del mundo hay hacinamiento, lo que crea el espacio ideal para una rápida propagación de enfermedades como la tuberculosis.

Para el doctor Reyes, además de la sobrepoblación carcelaria, otro de los problemas en el manejo de la tuberculosis radica en la falta de capacitación entre el personal de los centros de detención, la falta de voluntad política y de recursos, así como la concientización de los reclusos para seguir con el tratamiento.

"Hay casos de tuberculosis complejos que requieren hasta dos años para eliminarse del cuerpo. Es difícil convencer a estas personas, incluso cuando han salido de prisión, para que sigan con el tratamiento. Esto hace que no mejoren, contagien más personas dentro de las cárceles e incluso que se conviertan en vehículos de la enfermedad entre sus familiares", afirmó.

Nuestro trabajo en centros de detención

  • Realizamos análisis situacionales de la salud en establecimientos penitenciatios y compartimos recomendaciones con las autoridades para mejorar la salud de las personas privadas de la libertad. 
  • Organizamos eventos nacionales de capacitación e intercambio de información y experiencias positivas sobre salud penitenciaria.
  • Brindamos apoyo asistencial de rehabilitación física a personas privadas de la libertad. 
  • Revisamos infrastructura para la correcta distribución del agua en los centros de detención. 
  • Realizamos análisis jurídicos y recomendaciones al sistema penitenciario para mejorar las condiciones de los detenidos. 

 

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