Justicia penal internacional: las instituciones

31 agosto 2018

Aunque la idea data del periodo posterior a la Primera Guerra Mundial, sólo en 1945 se establecieron los primeros órganos internacionales eficaces de justicia penal ‒los tribunales militares internacionales de Nuremberg y de Tokio–, a fin de juzgar los crímenes de guerra, los crímenes contra la paz y los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la Segunda Guerra Mundial. Medio siglo después, con el final de la Guerra Fría, se volvió a hablar acerca del establecimiento de una corte penal internacional; entre tanto, las atrocidades cometidas en ex Yugoslavia y en Ruanda, impelieron a las Naciones Unidas a establecer dos tribunales especiales en la década de 1990. Tras una serie de negociaciones cuya finalidad era el establecimiento de una corte penal internacional permanente que tuviese competencia sobre crímenes internacionales graves independientemente del lugar donde se hubieran cometido, se llegó a la aprobación del Estatuto de la Corte Penal Internacional (CPI), en julio de 1998, en Roma. El Estatuto representó la resolución de la comunidad internacional de garantizar que quienes cometen crímenes no queden impunes. La CPI es la primera corte penal internacional permanente con base jurídica, se ha establecido para ayudar a poner fin a la impunidad de los autores de los más graves crímenes de alcance internacional. Posteriormente, se establecieron dos tribunales mixtos, que abarcaban elementos tanto de la competencia internacional como de la nacional, y salas especiales en los tribunales nacionales, a fin de juzgar a los responsables de crímenes cometidos en contextos específicos.

Justicia penal internacional: las instituciones - Ficha tecnica