Sudán del Sur: el cólera, un desafío agregado a la violencia en Yuba

17 agosto 2016
Sudán del Sur: el cólera, un desafío agregado a la violencia en Yuba
Un voluntario de la Cruz Roja de Sudán del Sur capacitado por el CICR prepara las sustancias para potabilizar el agua. CC BY-NC-ND / CICR / Alyona Synenko

El estallido de violencia que se produjo en Yuba el mes de julio obligó a los pobladores a abandonar sus hogares. Numerosas personas fueron heridas o asesinadas. El saqueo y la inseguridad obstaculizaron la actividad económica, lo que provocó que los precios se dispararan y que los bienes básicos fueran inaccesibles para muchas personas. Al mismo tiempo, el nuevo brote de cólera es otro desafío que los pobladores tratan de superar.

¿Cómo incide el conflicto armado en el acceso de los habitantes de Yuba al agua potable?

En Yuba, la red de distribución del agua no llega a todas las zonas, y la población depende, en gran medida, del agua suministrada por los camiones cisterna comerciales. Debido a la falta de seguridad, algunas zonas son de difícil acceso, por lo que el abastecimiento de agua se ha vuelto irregular. Cuando estalló la violencia, muchos huyeron de sus hogares. Para las personas desplazadas, es muy difícil acceder a los servicios básicos. La destrucción y el saqueo también hacen estragos en la ya débil infraestructura. Algunos tanques de agua utilizados para el almacenamiento fueron alcanzados por las balas, mientras que otros fueron robados.

¿Cómo la falta de agua afecta la salud pública?

La falta de agua limpia conduce a un aumento de las enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera. En el brote actual, ya se han registrado alrededor de 1.000 casos. Sin agua, las personas no pueden mantener una higiene adecuada, lo que también tiene un impacto negativo en la salud. Los hospitales y las clínicas no pueden funcionar sin un suministro fiable de agua limpia.

¿Cómo ayuda el CICR a las personas en esta situación?

Inmediatamente después del comienzo de los enfrentamientos, el CICR puso en marcha, con carácter de emergencia, una planta para el tratamiento del agua y comenzó a producir agua limpia y a hacerla llegar a los sitios de desplazamiento y a los centros de salud. Los acontecimientos de Yuba coincidieron con un nuevo brote de cólera. Todos los años se producen brotes. La planta de tratamiento del agua del CICR produce más de 400.000 litros de agua potable por día, un recurso vital que ayuda a contrarrestar la propagación del cólera.

También se instalaron puntos de distribución de agua en las zonas propensas al cólera, en los alrededores de Yuba. El CICR trabaja en estrecha colaboración con la Cruz Roja de Sudán del Sur, cuyos voluntarios ayudan a hacer funcionar la planta y los puntos de distribución. También visitan los hogares de puerta en puerta y explican a los habitantes que deben lavarse las manos y utilizar sólo agua limpia para evitar la propagación de la enfermedad.