Violencia sexual: una cicatriz trágica y tabú del conflicto de Sudán del Sur

15 abril 2016
Violencia sexual: una cicatriz trágica y tabú del conflicto de Sudán del Sur
Una joven de 15 años, sobreviviente de la violencia sexual, sentada en un refugio en Goma, Kivu Norte, este del Congo (2008). © Lynsey Addario / Getty Images Reportage

Embarazo no deseado. Exposición al HIV. Dolor físico. Cicatrices a nivel psicológico. Riesgo de aislamiento social. Menos probabilidades de contraer matrimonio. Tal vez, lo peor de todo, matrimonio forzado con el perpetrador. Tan solo el año pasado, en zonas de Sudán del Sur afectadas por enfrentamientos, se cometieron innumerables violaciones relacionadas con el conflicto.

Ir a hechos y cifras, enero-marzo 2016

Para las víctimas de agresiones sexuales, en su gran mayoría mujeres (aunque también hay hombres que sufren ataques), las posibles consecuencias de la violación y de otras formas de violencia sexual son desgarradoras y duraderas. Ni la juventud ni la edad avanzada brindan protección alguna para este tipo de ataques. Una de las víctimas que conoció el CICR tenía tan solo cuatro años de edad.

Cuando se produce un ataque sexual, las víctimas realizan un gran esfuerzo por ocultarlo. Una víctima de violación que recibió ayuda del CICR caminó durante dos días desde un campamento de refugiados en Gambella, Etiopía, hasta una clínica en el Alto Nilo. Esta mujer ya había perdido a su marido en el conflicto, y antes de recorrer un camino tan difícil a pie, tenía que encontrar a alguien a quien confiar el cuidado de sus hijos. Y le pareció que tenía que hacer todo esto sin decirle a nadie que había sido violada, debido al estigma que sufriría.

"La violencia sexual destruye comunidades y rompe lazos familiares, lo que provoca una profunda vergüenza para la víctima y niveles desgarradores de tormento psicológico", afirma Aurore Brossault, responsable de salud mental y apoyo psicosocial del CICR en Sudán del Sur. "¿Cómo pueden madre e hijo mantener la misma relación si el hijo fue forzado a presenciar la violación de la madre? ¡Es inimaginable!"

Sexual violence in South Sudan.

Una joven de 14 años, sobreviviente de la violencia sexual, en un centro de tratamiento de Kivu Norte, este del Congo (2008). © Lynsey Addario / Getty Images Reportage

Incluso cuando hay un centro de salud en las cercanías -ya que grandes zonas del territorio de Sudán del Sur no cuentan con instalaciones médicas en funcionamiento- el estigma social es tan severo que muchas personas deciden no pedir ayuda.

Muchas de las víctimas no saben que la asistencia médica permite prevenir enfermedades o embarazos no deseados. Las víctimas temen que su caso no sea tratado de manera confidencial. Y existe una confusión generalizada entre las víctimas y las autoridades acerca de si las víctimas de violencia sexual deben informar su caso a la policía antes de buscar asistencia médica.

La educación es importante para evitar la estigmatización. El año pasado, el CICR organizó sesiones de concientización sobre la violencia sexual en las que participaron cientos de sudaneses del sur, con inclusión de trabajadores de salud, parteras, dirigentes locales, oficiales de policía, miembros de grupos armados y voluntarios de la Cruz Roja de Sudán del Sur.

Este año, el CICR buscará abordar con las comunidades la cuestión del estigma que actúa como barrera para acceder a la atención médica y hará énfasis en la importancia de buscar ayuda lo antes posible. El apoyo provisto por el CICR se adapta a las necesidades de las víctimas. Si una mujer informa un caso de violencia sexual dentro de los tres días, es posible brindarle asistencia médica para prevenir el HIV, el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual. Después de tres días, únicamente se podrán tratar las enfermedades de transmisión sexual. La ayuda psicosocial se encuentra disponible en todo momento.

La prohibición de la violación es una de las normas de guerra más antiguas y básicas. Los Convenios de Ginebra la prohíben claramente en los conflicto armados internacionales y no internacionales. En Sudán del Sur, el CICR trabaja con grupos armados en todo el país para recordarles su obligación de respetar a las personas civiles. La violencia sexual nunca debe ser una táctica aplicada durante un conflicto.

Nuestro objetivo es romper con el tabú que rodea a las víctimas y que impide a muchas de ellas -mujeres, niñas, hombres y niños- buscar la asistencia médica y psicológica esencial para su recuperación.

Resumen de las actividades del CICR en Sudán del Sur de enero a marzo 2016

180.000 personas recibieron raciones de alimentos.
200.000 pacientes se beneficiaron del apoyo a 6 centros de salud.
40.000 personas tuvieron acceso al agua potable.
80.000 cabezas de ganado vacunadas.
4.300 detenidos en cárceles de todo el país fueron visitados por el CICR.
8.000 llamadas telefónicas facilitadas entre familiares en todo el mundo.
1.200 miembros de grupos armados pertenecientes a ambos bandos del conflicto recibieron capacitación en derecho internacional humanitario.


Para más información, lea la actualización completa del trabajo del CICR en Sudán del Sur (en inglés)

Sudán del Sur: hechos y cifras - enero - marzo 2016 (en inglés)