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Gaza: el deterioro de los sistemas de agua y saneamiento

Numerosos pobladores de la Franja de Gaza siguen privados de agua potable. Es urgente reparar los sistemas de saneamiento y restablecer el suministro eléctrico básico.

En Gaza, los servicios de agua y electricidad ya se hallaban al borde del colapso antes del reciente conflicto, que causó nuevos daños al sistema de saneamiento así como a la única planta de energía eléctrica del territorio.

La destrucción de las redes cloacales no sólo causó el ingreso de aguas residuales al sistema de agua potable sino también su liberación al medio ambiente, lo que agudizó los riesgos para la salud pública. Esto empeoró una situación que ya era grave, causada por el hecho de que anteriormente, la Franja de Gaza descargaba en el mar casi 100.000 metros cúbicos de aguas servidas por día.

Hasta ahora, los trabajos de emergencia realizados por el CICR han proporcionado agua potable para más de 600.000 personas, que representan aproximadamente un tercio de la población, y han ayudado a restablecer más del 80% del limitado servicio eléctrico. Sin embargo, es necesario introducir mejoras más sostenibles en la infraestructura vital.

Agua-electricidad: una ecuación vital

"La ecuación es sencilla", dijo Guillaume Pierrehumbert, coordinador de agua y hábitat del CICR para la Franja de Gaza. "La falta de electricidad impide limpiar, evacuar, tratar, desalinizar y restablecer el servicio de abastecimiento agua para los hogares, los hospitales y las empresas. Hay una falta generalizada de agua, y la que hay es salada, está sucia o es peligrosa para beber".

Por ende, para llevar a cabo las actividades diarias sencillas hace falta contar con generadores. Éstos requieren combustible adicional, producto que escasea en Gaza, donde los recursos económicos son limitados.

"Imaginen cómo se ha deteriorado el sistema de abastecimiento de agua en esta zona urbana densamente poblada, que los efectos se ven, se huelen y se sienten por todos lados; pero las consecuencias más preocupantes son las que afectan a los hospitales, donde peligra la seguridad de las personas más necesitadas", explicó el señor Pierrehumbert.

Los servicios críticos siguen en situación de riesgo

Algunos de los servicios críticos en los hospitales exigen un suministro eléctrico permanente que sólo puede ser provisto por generadores, que a su vez requieren grandes cantidades de combustible. Por otra parte, la deficiente calidad del agua disponible (en particular su alto nivel de salinidad) afecta adversamente la prestación de ciertos servicios, en particular los de hemodiálisis, que dependen de que el agua que se utilice sea pura.

Los problemas son enormes. En zonas como Beit Hanoun (40.000 habitantes) y Shujaya (35.000 habitantes), la población sigue expuesta a riesgos sanitarios y sufre el hedor que emana de los sistemas cloacales destruidos. Se estima que se necesitará más de un año para poder restablecer la situación a los niveles anteriores a la guerra.

"Es urgente renovar la infraestructura básica. Esta tarea exige coordinar con eficacia los recursos humanos y materiales", explicó Jacques de Maio, jefe de la delegación del CICR en Israel y los territorios ocupados. "Es muy importante acelerar la importación de materiales, puesto que las reservas de equipos y repuestos cruciales están prácticamente agotadas. En una de las zonas más densamente pobladas del mundo, no se puede poner en peligro la salud pública".

Desde el inicio del conflicto, el CICR ha trabajado en estrecha colaboración con el Servicio de Abastecimiento de Agua de los Municipios Costeros, el Organismo de Abastecimiento de Agua de Palestina, la Compañía de Distribución Eléctrica de Gaza, el Organismo de Energía y Recursos Naturales de Palestina y los municipios locales para llevar a cabo las reparaciones más urgentes en los sistemas de agua y la red eléctrica.

Siguen los esfuerzos por salvar vidas

Además, desde el comienzo de la crisis y en cooperación permanente con la Media Luna Roja de Palestina, el CICR:

  • realizó actividades para salvar vidas, como el transporte de 3.000 unidades de sangre a Gaza y derivaciones de pacientes para que reciban tratamiento fuera de la Franja;
  • en beneficio de hospitales y otros centros de salud, servicios de ambulancias y del Centro de Ortopedia y Polio de Gaza, efectuó reparaciones de emergencia y proporcionó equipos, insumos quirúrgicos, fármacos, medicamentos y materiales para tratar a pacientes heridos de guerra;
  • puso a disposición personal médico experto en rehabilitación física y salud mental;
  • comenzó a realizar reparaciones en cuatro de los hospitales más dañados de la Franja de Gaza;
  • proporcionó a más de 131.000 personas desplazadas por el conflicto materiales para la construcción de refugios, ropa de cama, elementos para cocinar, productos de higiene, pañales, baldes, bidones, artículos de limpieza y, en algunos casos, agua y almentos;reunió información acerca de la conducción de las hostilidades en la Franja de Gaza y sus alrededores y mantuvo un diálogo bilateral y confidencial con las partes en el conflicto;
  • siguió visitando y prestando asistencia a detenidos;
  • tramitó 68 solicitudes de búsqueda de personas originarias de Gaza;
  • distribuyó más de 1.000 mensajes familiares a personas detenidas en Gaza;
  • donó 100 bolsas para cadáveres, 100 uniformes de protección y elementos para la manipulación de restos humanos,
  • proporcionó 100.000 litros de combustible a los hospitales;
  • distribuyó más de 1.800 palés de agua, alimentos, artículos de higiene y repuestos para ambulancias.

Para más información:
Marco Jimenez, CICR; Gaza, tel.: +972 59 893 54 66 (inglés, francés, español)
Misada Saif, CICR, Gaza, tel.: +972 59 960 75 38 (inglés, árabe)
Cecilia Goin, CICR, Jerusalén, tel: +972 52 601 91 48

 

Foto : CC BY-NC-ND / CICR

Un reservorio de agua destruido en Khuza'a, una de las zonas más afectadas de la Franja de Gaza. M.Jiménez

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La central eléctrica de Gaza quedó destruida a raíz del reciente conflicto. M. Jiménez

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Rafah. Un importante centro comercial, destruido durante los bombardeos. A. El Baba.

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El CICR proporciona 30.000 litros de combustible para alimentar los generadores de nueve plantas de desalinización. A. El Baba.

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El CICR distribuye botellones de agua a las personas desplazadas en la ciudad de Gaza. A. El Baba.

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Ciudad de Gaza. El personal del CICR carga un vehículo con artículos esenciales que se distribuirán a desplazados. A. El Baba.

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