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Siria: en 2014 se agravaron los costos humanos y crecieron los desafíos humanitarios

Las cifras correspondientes a 2014 son más que elocuentes y reflejan cabalmente la difícil situación de la población siria y las consiguientes exigencias que afrontan las organizaciones humanitarias como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). La crisis actual parece no tener fin y las graves penurias que sufren millones de personas comunes en Siria y en toda la región no harán más que empeorar en 2015. Las cifras actuales indican que casi un tercio de los 22 millones de habitantes censados en Siria antes de la guerra vive en zonas sitiadas o ha buscado refugiado en otros lugares del país. Otros ciudadanos sirios, estimados en más de 3 millones, han huido a países vecinos o más lejos aún.

Por consiguiente, 2014 fue un año que presentó enormes desafíos para la delegación del CICR en Siria, y una de las mayores dificultades que afrontó fue la inseguridad. A menudo, se vio frente a la necesidad de demorar o postergar las distribuciones de socorros. El CICR mantuvo con regularidad conversaciones francas y abiertas con las autoridades y otras partes en el conflicto, a fin de obtener las garantías de seguridad necesarias para poder brindar ayuda humanitaria en condiciones seguras. Pese a las limitaciones y preocupaciones, con el apoyo del CICR, los colaboradores y voluntarios de la Media Luna Roja Árabe Siria (MLRAS) proporcionaron, todos los meses, alimentos y artículos de primera necesidad a medio millón de personas vulnerables en todo el país, más que en cualquier otro momento desde que comenzó el conflicto, hace casi cuatro años.

 

Recién llegado de Siria, el ex jefe de la delegación del CICR en Damasco Boris Michel describe las crecientes necesidades de la población.

"Celebramos el hecho de que la MLRAS y el CICR tengan mejor acceso a las personas necesitadas, incluso a través de las líneas de frente", dijo Boris Michel, jefe saliente de la delegación del CICR en Siria. Sin embargo, aunque el acceso a las zonas más afectadas había mejorado, los efectos positivos fueron superados por la enorme magnitud y diversidad de las necesidades de la gente: "Se debe permitir que el CICR haga mucho más. Los civiles y otras personas que no participan en las hostilidades tienen derecho a recibir, en todo momento, servicios y suministros esenciales, como asistencia médica y agua. Se debe permitir que los heridos y enfermos accedan a la asistencia de salud a tiempo y en condiciones seguras. Muchas veces, ésta una cuestión de vida o muerte para las personas heridas en los enfrentamientos o que sufren una enfermedad crónica".

En 2014, las autoridades encargadas del abastecimiento de agua, en colaboración con la MLRAS y los ingenieros del CICR, restablecieron y mantuvieron el abastecimiento de agua en beneficio de 15 millones de personas, tanto en zonas urbanas como rurales. Los colaboradores del CICR también visitaron a personas detenidas en lugares de detención y actuaron como intermediarios neutrales en los esfuerzos desplegados a nivel local en favor de la reconciliación. El CICR proporcionó cursos de formación y apoyo económico a los voluntarios y colaboradores de la MLRAS para ayudarlos a fortalecer sus actividades humanitarias.

Lamentablemente, desde el inicio del conflicto, 40 voluntarios de la MLRAS y siete de la Media Luna Roja Palestina perdieron la vida mientras cumplían con su deber. Tres colaboradores del CICR secuestrados en 2013 siguen retenidos. "El hecho de atacar, por cualquier medio, a los trabajadores humanitarios mientras desempeñan su labor es deplorable y no debería suceder jamás", dijo el señor Michel.

El CICR tiene unos 300 colaboradores en Damasco, Tartús y Alepo. Se prevé abrir nuevas oficinas en el norte y sur del país en 2015, para mejorar la llegada de la Institución a las comunidades y personas que residen en zonas de difícil acceso y del otro lado de las líneas de frente.

"La labor neutral, independiente e imparcial del CICR es indispensable para obtener la confianza de todas las partes y asegurar que nuestra presencia sea aceptada allí donde más se la necesita", explicó el señor Michel. "Dada nuestra modalidad de trabajo basada en principios, se nos debe permitir hacer más para aliviar los sufrimientos de la población y responder a sus crecientes necesidades durante los próximos meses".

Para más información:
Umar Phir, CICR Damasco, tel : +963 991 186 694
Jessica Barry, CICR Beirut, tel: +961 79 300 721
Dibeh Fakhr, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 37 23 ó +41 79 447 37 26