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Acción humanitaria del CICR en Colombia en 2014 - Hechos y cifras

Colombia atraviesa un momento histórico. Mientras los colombianos esperan el fin de una guerra de más de cinco décadas mediante las negociaciones de paz entre el Gobierno y las FARC-EP, la violencia armada sigue causando graves consecuencias.

En el año que pasó, el CICR continuó al lado de las víctimas y ayudó a 230.000 personas a mejorar sus vidas así:

Personas desaparecidas

La desaparición de personas es uno de los problemas humanitarios más preocupantes por el rápido aumento del registro de víctimas. Según cifras oficiales, casi 73.000 personas continuaban desaparecidas a diciembre de 2014.

  • El CICR indagó por la suerte de 220 personas ante los presuntos responsables de su desaparición y acompañó en los trámites ante el Estado o brindó apoyo económico a unas 220 familias que buscaban a sus seres queridos. Tras estos esfuerzos, 36 personas fueron encontradas vivas o muertas.
  • 120 fiscales e investigadores encargados del problema de la desaparición recibieron capacitación sobre buenas prácticas para la búsqueda, registro e identificación de las personas desaparecidas
  • Con mensajes que alentaban a llenar el vacío que dejan las personas desparecidas con solidaridad, comprensión y apoyo, en 40 ciudades se desarrolló la campaña Desaparecidos, el derecho a saber.

Buenaventura, Colombia. Marisol Congolino, esposa de un desaparecido, recibe en su casa la visita de un grupo de colaboradores del CICR. CICR/Juan Arredondo.

Violencia sexual

Por miedo, desconfianza en las instituciones, o amenazas a ellas y sus familias, las víctimas de violencia sexual prefieren no hablar. El resultado: las cifras oficiales no representan la dimensión real del problema.

  • Más de 170 víctimas de violencia sexual recibieron apoyo del CICR para acceder a ayuda médica, psicológica o económica.
  • Más de 900 trabajadores de la salud fueron capacitados sobre rutas de atención para víctimas y en una respuesta a la emergencia digna y de calidad.

Contaminación por armas

Vereda Balsora, Putumayo, Colombia. Al menos ocho proyectos de infraestructura construidos por el CICR en 2014, entre ellos este puente, aportaron a la seguridad de los habitantes de zonas con presencia de artefactos explosivos. CICR/Andrés Monroy. 

Además de guiar a las comunidades para prevenir los accidentes por contaminación por armas, el CICR acompaña a las víctimas para que reciban atención.

  • 11.500 personas fueron capacitadas por el CICR y la Cruz Roja Colombiana en comportamientos seguros que ayudan a prevenir accidentes con artefactos explosivos improvisados, restos explosivos de guerra y armas pequeñas.
  • 1.800 sobrevivientes recibieron atención médica, gracias al acompañamiento o el apoyo económico del CICR.

Desplazamiento

Además de atender las emergencias por desplazamiento, el CICR también se esfuerza para que las comunidades recuperen sus medios de sustento.

  • 13.000 personas desplazadas recibieron enseres para el hogar, productos de aseo o dinero para cubrir necesidades básicas. Además, 4.300 desplazados contaron con albergues con acceso a agua, saneamiento básico e higiene.
  • El CICR apoyó jornadas masivas para que unas 12.000 víctimas de la violencia, en su mayoría desplazadas, se registraran ante el Estado para recibir atención y reparación.
  • Mediante programas de inclusión laboral, cerca de 500 personas –obtuvieron un trabajo, lo que les permitió apoyar a sus familias (casi 1.900 personas). Además, 350 personas recibieron formación para mejorar sus competencias laborales, beneficiando de esta manera a su núcleo familiar (2.000 personas).

Niños, niñas y adolescentes

En el 2014, además de asistir a los niños, niñas y adolescentes durante emergencias, el CICR ayudó a prevenir violaciones de sus derechos.

  • El CICR facilitó que 21 niños, niñas y adolescentes se desvincularan de grupos armados.
  • Para proteger a los niños en su entorno escolar, el CICR construyó o rehabilitó albergues escolares, aulas, restaurantes y otras construcciones. Se beneficiaron más de 660 menores.
  • De las más de 80 víctimas de violencia sexual que recibieron asistencia de emergencia y apoyo psicosocial del CICR, 15 fueron niños y niñas.

Limitaciones a las condiciones de vida

Guaviare, Colombia. Un campesino participante de una iniciativa de cultivo de cacao limpia su plantación. CICR/Mathias Kempf

El CICR apoyó en salud, seguridad económica, agua y saneamiento a la población que quedó en medio de la violencia y ayudó así a restablecer sus derechos fundamentales.

  • Con iniciativas como la construcción o mejora de pequeños acueductos, sistemas de recolección y almacenamiento de agua, restaurantes y albergues escolares, mejoraron las condiciones de vida de unas 18.000 personas.
  • 3.000 heridos y enfermos recibieron orientación o apoyo económico del CICR para acceder a atención médica, en coordinación con el Estado. Asimismo, cerca de 400 personas con discapacidad recibieron ayuda directa del CICR para acceder a rehabilitación.
  • Más de 19.000 residentes de zonas de violencia recuperaron sus ingresos y sus medios de subsistencia con 32 intervenciones productivas y otras 1.400 personas recibieron apoyo para restablecer su independencia económica.

Personas privadas de libertad

Bogotá, Colombia. Una visita del CICR al centro de detención La Picota. CICR/Andrés Cortés

En 2015, el CICR cumple un siglo de visitas a personas detenidas. En 2014, la Institución visitó al 72% del total de la población carcelaria y asesoró a las autoridades para reducir el hacinamiento y mejorar las condiciones de vida de los detenidos.

  • El CICR visitó a más de 81.000 detenidos e intervino en unas 76 ocasiones ante las autoridades para recomendar mejoras.
  • Asimismo, 19 personas en poder de grupos armados recuperaron su libertad, entre ellas civiles y miembros de la Fuerza Pública, a través de las gestiones humanitarias del CICR.