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Afganistán: para los padres de los migrantes desaparecidos, lo más difícil es el silencio

Shafiq quería estudiar en Europa. Ahora, desapareció en la ruta balcánica, como tantos otros miles de migrantes afganos.

Imagine lo que se siente cuando su hijo de 15 años de edad lo llama desde Irán y le pide permiso para ir a Europa. Esta fue la situación que tuvo que enfrentar Haji Ghulam Mohammad en octubre del año pasado. Shafiq estaba estudiando en Irán y vivía allí con familiares. Llegaron otros familiares desde Afganistán, en ruta hacia Europa, y le propusieron llevarlo con ellos.

Después de mucho pensarlo, Haji Ghulam aceptó, a pesar de que sus familiares no tenían un destino preciso en mente.

"Shafiq sólo quería continuar sus estudios y recibirse de médico o de ingeniero", explicó su padre.

Unas semanas más tarde, Shafiq y sus familiares partieron a Turquía.

El 4 de enero de 2016, Haji Mohammad llamó a Shafiq a su teléfono móvil. Su hijo le dijo que se suponía que, en unas pocas horas, debían salir de Turquía en barco hacia Grecia pero que, como el mar estaba agitado, los contrabandistas habían dicho que no saldrían.

Desde entonces, no volvió a tener noticias de su hijo.

Con el correr de los días, Haji Mohammad empezó a alarmarse, y utilizó diversos intermediarios y conexiones personales para averiguar lo que había sucedido. Al parecer, el grupo finalmente llegó a Grecia, pero fue enviado de regreso a Turquía. En ocasiones, su contacto le daba esperanzas con la promesa de que pronto tendría noticias; pero luego, lo transfirió a otro contacto que no contesta el teléfono.

Esta mañana, Haji Mohammad vino a nuestra oficina en Kabul para registrar la desaparición de su hijo. Una de las herramientas que utilizamos para encontrar personas desaparecidas es un sitio web llamado "Trace the Face" donde se puede buscar entre cientos de fotos publicadas por los migrantes y refugiados en busca de sus familiares. La foto de Shafiq no estaba allí, pero todas las semanas, las Sociedades de la Cruz Roja en toda Europa aportan nuevas fotos, por lo que todavía hay esperanzas.

Mientras tanto, las llamadas telefónicas a Shafiq quedan sin respuesta o contesta un extraño.
Haji Mohammad toma su teléfono móvil y reproduce una de esas conversaciones. "¿Shafiq?" pregunta, sobre un fondo de charla, "¿Shafiq? ¿Farahnaz? " (el nombre de la esposa de su pariente) "¿Me escuchas?"

Cuando desaparece un miembro de la familia, tal vez lo más difícil de soportar sea el silencio de no saber. Es más difícil aún que saber que murió. Por lo menos, entonces, hay un final.

"Lo intenté todo, pero nosotros los seres humanos somos impotentes," continuó Haji Mohammad. "Sólo espero que Alá nos ayude a encontrarlo."

Haji Mohammed, sentado en la oficina de "Trace the Face", parecía estar al borde de la desesperación. "No puedo olvidarlo ni un segundo," murmuró, "Es como si me faltara una parte del cuerpo."

Hay muchas razones por las que una persona decide abandonar el hogar y arriesgar su vida en un peligroso viaje hacia lo desconocido. Muchos afganos lo hacen porque están en peligro o debido a un conflicto en el lugar donde viven. Otros se van en busca de una vida mejor en Europa, huyendo de la pobreza y el desempleo.

Shafiq es el séptimo de los diez hijos de Haji Mohammad. Con el abundante tráfico de personas en la ruta migratoria y, también, con el elevado riesgo de ser detenido o secuestrado, él y su esposa temen lo peor.

"Su madre y yo no tenemos paz desde que desapareció," nos dice el padre del niño, "y no podremos tener paz hasta que sepamos qué pasó."

"Le estaba yendo bien en la escuela," continúa Haji Mohammad, pensando en el pasado. "Era miope, así que le conseguimos unas gafas. Un día, lo golpearon, sus gafas se rompieron y se lesionó el ojo. Fue entonces que empezó a suplicarme que le permitiera ir a Irán, donde vivían sus hermanas casadas".

"Y lo dejé ir..."

¿Busca a algún desaparecido en Europa? ¿O, quizás, su familia lo busca a usted? Visite nuestra página Restablecimiento del contacto entre familiares para Europa.