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Apoyo al acceso a servicios de salud para las personas privadas de libertad en Perú

El CICR brinda asistencia a establecimientos penitenciarios de Lima con equipos de Rayos X y odontología.

La pandemia de Covid-19 dificultó particularmente el acceso a los servicios de salud de las personas privadas de libertad en Perú. Por las condiciones de los centros de detención, este grupo humano ha estado vulnerable a muchas afectaciones. En tiempos en los que han estado sobrecargados los sistemas de salud, la mayoría no podía acceder a consultas externas, por lo cual el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) articuló esfuerzos con el Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE).

El servicio penitenciario implementó un programa nacional de telemedicina en los penales. Este último, aunque ya con resultados impresionantes, no reemplaza por completo a algunos servicios de salud esenciales que requieren una proximidad con las personas detenidas. En vista de ello, junto con el INPE, el CICR identificó las brechas más candentes y brindó asistencia con algunos equipos médicos a 7 penales del área de Lima (donde se encuentran la mayoría de las personas privadas de libertad).

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La asistencia incluyó esterilizadores, compresores de aire, camillas, colchones para áreas médicas, equipos de sutura, sillas de ruedas, muletas y glucómetros.

Observando limitaciones aún mayores para el acceso a los servicios de salud externos para los internos de prisiones de máxima seguridad, dos establecimientos de este tipo, uno para hombres y otro para mujeres, recibieron equipos de salud más grandes: un equipo odontológico y de radiografía para el penal Anexo de Mujeres de Chorrillos y un equipo de Rayos X de tórax digital en el penal para hombres Ancón-1.

Foto: Jesus Moya Choy/CICR

El CICR atiende las necesidades de las personas privadas de libertad de manera neutral, sin discriminación alguna.

El CICR mantiene un constante apoyo al sistema penitenciario peruano y visita a las personas detenidas en distintas regiones para velar porque reciban un trato digno, así como ayuda a que mantengan los lazos familiares en el tiempo en que están privadas de su libertad.