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Asistencia de salud en peligro: perspectiva de género

Jessica Cadesky es responsable de proyecto en la Cruz Roja Sueca y dirigió el estudio que luego se compiló en un informe titulado Access to Health Care during Armed Conflict and Other Emergencies: Examining Violence against Health Care from a Gender Perspective. En esta entrevista, nos explica las conclusiones del estudio y por qué decidieron realizarlo.

¿Por qué la Cruz Roja Sueca decidió estudiar la relación entre Asistencia de salud en peligro y la cuestión de género?

Propusimos realizar esta investigación porque queríamos ayudar a la comunidad de práctica de Asistencia de salud en peligro y a otros interesados a adquirir una visión más matizada de las consecuencias de la violencia contra la asistencia de salud y trascender la cuestión de quiénes son los más vulnerables. El estudio también surgió de una promesa conjunta formulada en la XXXI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja por el Gobierno sueco y la Cruz Roja Sueca de realizar investigaciones en materia de género y DIH, lo que obviamente está muy vinculado con el proyecto Asistencia de salud en peligro.

¿Cuál es la finalidad del estudio?

El principal objetivo es ilustrar la utilidad de examinar las cuestiones con una perspectiva de género: ello nos puede ayudar a detectar y abordar los retos que afectan el acceso a la asistencia de salud. Decidimos analizar los obstáculos y los retos específicos que afectan a cada grupo, hombres, mujeres, niños y niñas; también estudiamos en qué medida se han considerado las diferencias de género y qué efectos han tenido en la aplicación del DIH que rige la asistencia de salud.

Jessica Cadesky, responsable de proyecto, Cruz Roja Sueca

¿Cuáles son sus principales conclusiones?

En primer lugar, vimos que no es fácil acceder a datos fiables desglosados según el género y la edad, lo que dificulta la identificación de los riesgos específicos que afrontan hombres, mujeres, niños y niñas. El estudio señala las formas en que el género podría cumplir un papel determinante en cuanto al acceso a la asistencia. Por ejemplo, en ambos contextos estudiados (Líbano y Colombia), para algunos hombres adultos (tanto prestadores como beneficiarios) era particularmente difícil llegar a las instalaciones de salud porque, como se suponía que participaban en el conflicto, podían sufrir amenazas o ataques si salían en búsqueda de atención médica. Pero para un análisis en profundidad ¡les recomiendo leer el informe completo!

¿Qué recomendaciones formulan en el estudio y a quién se dirigen?

Se formulan recomendaciones a cinco grupos específicos: actores armados, actores Estatales, ONG y el Movimiento, prestadores de asistencia de salud y miembros de la comunidad. Las principales recomendaciones son: recoger e intercambiar datos desglosados según el género y la edad en cada incidente; utilizar una perspectiva de género al aplicar las recomendaciones del proyecto; considerar cómo las decisiones operacionales podrían afectar en forma diferente a hombres, mujeres, niños y niñas; realizar más investigaciones por contexto con una perspectiva de género.

Esperamos que el estudio inspire a otros interesados para que reflexionen sobre cómo hombres, mujeres, niños y niñas pueden sufrir de forma diferente los incidentes violentos contra la asistencia de salud y sobre qué podemos hacer para que todos los grupos, sin distinción alguna, puedan acceder a la asistencia que necesiten cuando estén heridos o enfermos.