Artículo

Bolivia: La acción del CICR por las personas privadas de libertad

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) apoya el fortalecimiento del sistema penitenciario en Bolivia desde 2013 para ayudar a mejorar las condiciones de detención y trato de las personas privadas de libertad.

Actualmente, en el marco del Convenio Interinstitucional (2022-2027) con el Ministerio de Gobierno, el CICR promueve la inclusión de buenas prácticas penitenciarias y contribuye a la mejora de las condiciones de detención de las personas privadas de libertad, en estrecha coordinación con la Dirección General de Régimen Penitenciario de Bolivia (DGRP).

Foto: Jesús Moya Choy/CICR

El sistema penitenciario de Bolivia, en cifras:

371%
10.000
46

Una de las principales actividades del CICR son las visitas de los centros de detención y las conversaciones confidenciales con las personas privadas de libertad, los cuales informan nuestro diálogo continuo con la Dirección General de Régimen Penitenciario sobre temas penitenciarios.

Foto: Jesús Moya Choy/CICR

Fortalecimiento del sistema penitenciario 

En años recientes, el CICR ha apoyado el fortalecimiento de la DGRP en temas de gestión de lugares de detención y tratamiento penitenciario, a través de reuniones, talleres nacionales y apoyo para la participación en los espacios regionales o globales.

También, el CICR apoya y brinda asesoría para la formulación y difusión de los documentos de gestión penitenciaria, como los protocolos de atención para las áreas de trabajo social, psicología y legal (clasificación de personas privadas de libertad) dirigidos al personal de tratamiento de la DGRP. En otras ocasiones, el apoyo se ha enfocado en la gestión de riesgos de incendios en un centro de detención específico.

Foto: Jesús Moya Choy/CICR

Una preocupación principal es el mejoramiento de las condiciones de detención a través de las obras de infraestructura de agua, saneamiento y habitabilidad, u otro apoyo puntual. A través de los años, varios establecimientos de detención han recibido este apoyo para obras determinadas, siempre con el enfoque de apoyar a las personas más vulnerables dentro de la población penitenciaria del penal específico, como las personas con problemas de salud mental, los nuevos ingresos, entre otros. Durante los últimos años, varios penales han recibido este apoyo, entre ellos, los penales de Chonchocoro, San Pedro y Miraflores, en La Paz; El Abra y San Sebastián Mujeres, en Cochabamba, y Palmasola, en Santa Cruz.

El CICR también apoya el fortalecimiento de los servicios de salud en los penales, a través de un diálogo técnico con el personal de salud y donaciones puntuales. Estos últimos han incluido la donación de muebles especializados para guardar las historias clínicas de las personas privadas de libertad, reforzando así la aplicación de los principios de ética médica, y la asistencia a diferentes establecimientos de detención a nivel nacional en materiales de limpieza, desinfección, protección y tanques de oxígeno durante la pandemia de Covid-19.

Foto: Jesús Moya Choy/CICR

Cabe señalar que los trabajos de mejoramiento de infraestructura se logran gracias a una coordinación muy cercana entre el CICR, la DGRP y las personas privadas de libertad, quienes, además de aportar con su mano de obra, juegan un papel central en el desarrollo e implementación de estas iniciativas.

El CICR busca garantizar que, independientemente de los motivos de la detención, las personas privadas de libertad en situación de vulnerabilidad vivan en condiciones dignas y no reciban malos tratos, y puedan tener acceso a desarrollar diversas actividades que permitan su rehabilitación y reinserción social.

Foto: Jesús Moya Choy/CICR