Camboya: mejorar las condiciones de vida en la cárcel

Desde 1993, el CICR ayuda a la Dirección General de Cárceles con la renovación de edificios y el mantenimiento de los sistemas de saneamiento, electricidad y agua, para mejorar las condiciones de vida en los centros de detención de Camboya.

Durante décadas, gran parte de la infraestructura de Camboya estuvo en mal estado. Las cárceles no eran la excepción. Muchas no tenían ventilación, agua, ni electricidad. "El sistema penitenciario necesitaba ayuda", dijo Huy Hoeung, director adjunto de la Dirección General de Cárceles.

Recientemente, el CICR pasó de un enfoque de emergencia a uno de carácter preventivo; se centró en la infraestructura carcelaria y brindó formación técnica al personal penitenciario. El objetivo es permitir que la Dirección General de Cárceles pueda actualizar y mantener las cárceles. Hasta el momento, el CICR ha llevado a cabo dos sesiones de formación sobre mantenimiento básico, y dio prioridad a la cocina, el agua y el saneamiento.

La mayoría de las cárceles de Camboya tienen electricidad, pero se enfrentan a problemas relacionados con la operación y el mantenimiento de los sistemas eléctricos. "Algunas cárceles no tienen suministro de electricidad y dependen de los generadores, cuyo mantenimiento es costoso", explicó Filipa Anacoreta Correia, ingeniera del CICR. Kong Samth, miembro del personal carcelario de Khmum Tboung, dijo que su lugar de trabajo estaba muy afectado por los cortes de energía. "Hasta ahora, tratamos de reparar el sistema eléctrico sin saber bien cómo funciona", dijo.

En mayo y junio de este año, mediante una colaboración entre el CICR y la Dirección General de Cárceles, se organizó un taller de formación en electricidad de dos semanas de duración. Participaron treinta personas de 27 cárceles de Camboya, entre ellas, tres ingenieros de la Dirección General de Cárceles.

Las sesiones se centraron en mejorar los conocimientos técnicos de los participantes para que puedan reparar, actualizar y mantener los sistemas eléctricos. A su vez, el personal penitenciario capacitará a los detenidos para que también puedan solucionar problemas eléctricos menores. Unpiseth, miembro del personal, calificó el curso de formación de un valor inestimable: "Ahora puedo enseñar y ayudar a los detenidos a trabajar en el sistema eléctrico y, cuando recobren la libertad, podrán utilizar sus nuevas aptitudes para la vida activa."

Aunque las sesiones de formación fueron un gran éxito tanto para el personal como para los internos, se necesita más apoyo. Como dijo Prak Vuthy, uno de los instructores de electricidad: "Todavía hay falta de comprensión cuando se trata de la seguridad".

Filipa Anacoreta Correia dijo: "El CICR quiere continuar con este tipo de taller de formación técnica, ya que es parte de nuestra estrategia por lo que respecta a desarrollo de capacidad". Los planes para el próximo curso de formación se examinarán y acordarán junto con la Dirección General de Cárceles.

El CICR también da capacitación y apoyo a los ingenieros de la Dirección General de Cárceles a nivel central. "Es un trabajo permanente", dijo Filipa. "Realizamos salidas al terreno conjuntas para evaluar las necesidades carcelarias y una estrecha colaboración para la formulación del proyecto."

El trabajo de formulación está dirigido por los ingenieros de la Dirección General de Cárceles, con el apoyo del CICR. "Esto es clave para la sostenibilidad", dijo Nop Sothy del CICR. "Esperamos poder continuar con la ayuda hasta que los ingenieros de la Dirección General de Cárceles puedan trabajar solos."