Camerún/República Centroafricana: madre e hija se reencuentran tras un año de dolorosa separación
Tras una larga separación, Pilera, una adolescente de 17 años de edad oriunda de República Centroafricana, ha podido encontrar a su madre en Camerún, gracias a los esfuerzos del CICR y de la Cruz Roja de Camerún. Desafortunadamente, la experiencia de Pilera no tiene nada de excepcional. Muchas familias han sido dispersadas como consecuencia de los enfrentamientos en República Centroafricana, y numerosos niños se encuentran solos y lejos de su hogar.
Cuando Bangui fue atacada, el 5 de diciembre de 2013, Pilera estaba de vacaciones en casa de una tía por parte de su madre. Ambas huyeron. Después de una larga caminata a través de la selva, llegaron al departamento de Likuala, en la vecina República del Congo, donde obtuvieron alojamiento en el campamento de refugiados de Betu, gestionado por la Cruz Roja del Congo con apoyo del CICR. Allí se pusieron en contacto con ellas unos voluntarios de la Cruz Roja que iniciaron los esfuerzos para encontrar a la madre de Pilera.
Cuando las circunstancias lo permiten, los equipos de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y del CICR hacen todo lo que está a su alcance para restablecer y mantener el contacto entre miembros de familias separados como consecuencia de un conflicto armado y, cuando es posible, reunir a los niños con sus parientes.
En el este de Camerún, se están haciendo esfuerzos por restablecer el contacto entre familiares centroafricanos de los campamentos de refugiados de Lolo, Mbilé, Timangolo y Gado. El CICR ha formado a varios voluntarios de la Cruz Roja de Camerún para orientar a personas que no tienen noticias de sus familiares, registrar los datos y procesar las solicitudes de búsqueda de miembros de familias separadas y hacer un seguimiento de los casos de niños no acompañados.
El personal del CICR y los voluntarios que trabajan en los cuatro campamentos del este de Camerún lograron encontrar muy rápidamente a la madre de Pilera, que estaba en el campamento de refugiados de Gado, en Garua-Bulai. Madre e hija pudieron recuperar el contacto e intercambiar novedades a través de los mensajes de Cruz Roja y fotografías. Esto contribuyó a paliar el dolor y la angustia que habían acumulado a lo largo de doce meses de separación.
En cuanto recibió el permiso de las autoridades congoleñas y camerunesas y del ACNUR, una Pilera exultante y muy impaciente partió a reencontrarse con su madre. El CICR la acompañó en todo el viaje.
Pilera llegó a Bertua, en Camerún, el 22 de diciembre de 2014. No podía pensar más que en encontrar a su madre y abrazarla. Ni siquiera quería desayunar. En Gado, su madre, que había sido notificada de que su hija estaba en camino un día antes, fue a la oficina de Restablecimiento del Contacto entre Familiares (RCF) de la Sociedad de la Cruz Roja de Camerún a las siete de la mañana. Cuando no vio rastro alguno de su hija, empezó a desesperarse, pese a los voluntarios de la Cruz Roja de Camerún trataron de tranquilizarla.
Cuando finalmente llegó a Gado el equipo del CICR, Pilera estaba abrumada por la emoción. Al principio, su madre se negaba a salir a encontrarse con ella. Los voluntarios de la Cruz Roja tardaron media hora en convencerla de que su hija estaba realmente allí. No hay palabras para describir la alegría que les produjo el reencuentro. Madre e hija lloraban de felicidad.
En 2014, como consecuencia del conflicto en República Centroafricana, los voluntarios de la Cruz Roja en República del Congo y en Camerún recibieron casi 2.000 solicitudes de búsqueda y constataron la presencia de 128 menores no acompañados. Alrededor de 800 solicitudes de búsqueda se resolvieron con éxito, y 24 niños no acompañados se reunieron con sus familiares gracias a la red regional de RCF del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. La red de RCF del Movimiento Internacional es la mayor red humanitaria del mundo.
Para más información:
Emmanuel Kagimbura, CICR, Yaundé, tel.: +237 698 813 054 / 222 206 382 / 699 215 937
