El equipo, conformado por un cirujano, un anestesista y dos enfermeros (de planta y de quirófano), ya operó a los primeros pacientes el jueves. Desde el hospital universitario de Abéché, este equipo ayuda a descomprimir las instalaciones de salud de Adré y Abéché, que hacen un grandísimo esfuerzo para dar respuesta a las necesidades, que son abrumadoras. Pronto se les sumará un segundo equipo quirúrgico y un fisioterapeuta del CICR.
La mayoría de las instalaciones de salud en Sudán han dejado de funcionar debido a los cortes de electricidad y agua corriente, así como a la escasez de material médico y víveres, por lo cual los pacientes se han visto obligados a solicitar atención en un lugar más seguro.
"La crisis en Sudán está trascendiendo sus fronteras, y demanda muchísimos recursos de los países vecinos", señaló Jerome Fontana, jefe de la delegación del CICR en N'Djamena. "Los pacientes con heridas de armas de fuego suelen requerir un tratamiento largo y complejo, que incluye cirugía ortopédica y reconstructiva. Cuando llegan en grandes números, en la mayoría de los casos, acompañados por familiares, la exigencia para los hospitales es enorme."
Unas 160.000 personas, entre ellas, más de 1.000 que resultaron heridas por la violencia permanente, han huido de la región de Darfur, en Sudán, a Chad. La mayoría son mujeres y niños que han quedado extenuados tras pasar varios días en la carretera. Las filiales de la Cruz Roja en Ouaddaï, Sila y Wadi Fira están brindando apoyo a refugiados, personas que regresan y comunidades de acogida mediante la construcción de refugios y de infraestructura hídrica en Ouaddaï. El CICR viene trabajando con la Cruz Roja de Chad para apoyar a las familias que han perdido contacto con sus seres queridos. La organización también ha distribuido artículos de primera necesidad para el hogar y tiendas de campaña.
Desde que se desataron los enfrentamientos en Sudán, el 15 de abril, el CICR y la Media Luna Roja Sudanesa han desplegado esfuerzos para entregar material quirúrgico a hospitales, ayudar a recoger e identificar restos humanos, y mejorar el acceso al agua potable. Por otra parte, el CICR ha mantenido un diálogo con todas las partes en el conflicto en Sudán a fin de facilitar las evacuaciones médicas de los heridos y recordarles a esas partes sus obligaciones en virtud de las normas del derecho internacional humanitario.
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