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CICR participó en la XVIII Conferencia Suramericana sobre Migración

El CICR no escatima esfuerzos para responder a las necesidades urgentes de las personas migrantes y hace un llamado a considerar la dimensión humanitaria de la movilidad humana.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) participó como observador de la XVIII Conferencia Suramericana sobre Migración, llevada a cabo en el Estado Plurinacional de Bolivia el 22 y 23 de noviembre. Durante estas dos jornadas, diez países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) debatieron sobre los avances de las políticas migratorias, derechos humanos de los migrantes, vulnerabilidades, trata de personas y tráfico ilícito de migrantes, entre otros.

En el marco de dicho evento, el jefe de la Delegación Regional del CICR en Lima, Philippe Guinnand, remarcó que la institución no escatima esfuerzos para responder a las necesidades urgentes de las personas migrantes, como acceso a albergues, asistencia en salud, agua e higiene, entre otras. "En las respectivas rutas migratorias, las personas migrantes están expuestas a serios riesgos y abusos, incluso a la presencia de grupos armados", advirtió.

Guinand explicó que, independientemente de las causas por las cuales se produce la migración, los migrantes pueden volverse vulnerables en muchas etapas del trayecto.

"Las personas migrantes suelen ser blanco fácil de abuso y explotación, y afrontan innumerables riesgos. Algunos pierden el contacto con sus familiares; muchos sufren accidentes o padecen enfermedades graves y no tienen acceso a asistencia de salud; otros son detenidos por ingresar o permanecer en un país de manera irregular; muchos menores viajan solos y se exponen a un gran número de peligros. Algunos migrantes mueren o desaparecen en el trayecto, mientras sus familiares los esperan sin tener noticias de su paradero. Detrás de cada caso, hay una tragedia familiar", afirmó.

También resaltó el trabajo que el CICR realiza en el terreno junto con el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, para conocer de cerca las necesidades de las personas en situación de movilidad humana. Entre las actividades realizadas se encuentran el restablecimiento de los contactos familiares, las visitas a migrantes detenidos por razones relacionadas con la migración, y la acción en favor de los migrantes desaparecidos y sus familiares, entre otras.

Asimismo, agregó Guinand, "el CICR ofrece asistencia técnica a las autoridades concernidas con respecto a los flujos migratorios, sean Direcciones de Migración, Cancillería u otras instituciones".

El jefe de la Delegación para Perú, Ecuador y Bolivia reiteró el compromiso del CICR en apoyar los esfuerzos para la implementación del Pacto Global sobre una Migración Segura, Regular y Ordenada, que espera "sea una herramienta eficaz para garantizar una disminución de los riesgos mencionados para los migrantes".

"Hacemos un respetuoso llamado a los Estados de esta Conferencia a considerar la dimensión humanitaria de los movimientos de los migrantes en sus políticas y procedimientos migratorios", sentenció.

El CICR es una organización humanitaria, imparcial, neutral e independiente, cuyo mandato también enmarca contribuir a responder a las necesidades humanitarias de las personas migrantes, primordialmente en zonas afectadas por conflictos armados y otras situaciones de violencia.