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Colombia: comunidad afectada por agua contaminada podrá calmar su sed

El agua suele ser un lujo para comunidades mineras del noreste de Antioquia, donde hay presencia de grupos armados. En un barrio del corregimiento de Puerto Claver, zona rural de El Bagre, el líquido vital llegaba solo durante dos horas un día de por medio y en otros ni llegaba. Allí, el agua potable es escasa, pues las fuentes de los alrededores están contaminadas por desechos de la minería.

Dentro del corregimiento de Puerto Claver está el barrio España, una comunidad minera conformada por improvisadas viviendas que tienen como techo pedazos de plástico negro que deben soportar hasta 36°C. Antes del proyecto, las madres del barrio se resignaban a ver cómo sus hijos se bañaban en lagunas contaminadas para aliviar el intenso calor.

Este ha sido uno de los barrios receptores de población desplazada por el conflicto armado. Algunos habitantes de la zona afirman que durante las noches ven a miembros de grupos armados transitar las calles. El temor a estar mucho tiempo por fuera de sus hogares ha hecho que algunas mujeres no salgan a buscar agua.

El deseo por el oro recorrió esta parte del noreste antioqueño como lo había hecho 20 años antes. Se creía que todas las tierras eran aptas para arrasarlas y buscar en sus entrañas pequeñas pepitas doradas. Muchos soñaban con que el oro les traería una "buena vida". Sin embargo, en el proceso de extracción quedan residuos de mercurio en los ríos y, poco a poco, el agua contaminada comenzó a afectar a comunidades enteras. Puerto Claver es uno de los puntos del departamento insignes en la búsqueda de oro.

La comunidad ha podido recoger agua del pozo. Faruk Saman CICR / CC BY-NC-ND

Para hacerle frente a la situación, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) fue hasta allí para encontrar una solución a la escasez de agua. Con una firma especializada, se hicieron estudios, se tomaron muestras y, finalmente, se construyó un pozo que tiene agua a más de 85 metros de profundidad: agua segura y apta para el consumo humano. Ahora el reto sería subirla y llevarla a los hogares del barrio.

Además del pozo, el proyecto incluye la instalación de dos tanques de 50.000 litros cada uno y un sistema de paneles solares que producirán energía para el sistema de purificación. Por ahora, el pozo provee agua limpia para casi 700 personas, pero aún se necesita más infraestructura para que llegue a los demás habitantes de la zona.

Hoy, los habitantes de la comunidad sienten diariamente cómo el oro desaparece, pues ahora encuentran menos y no hallan la forma de alimentar sus numerosas familias.

Laguna de agua contaminada por actividad minera. Foto: Faruk Saman CICR / CC BY-NC-ND

 

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