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Desmontar un mito: los cadáveres no causan epidemias en una catástrofe

Se insiste a menudo en el mito de que los cadáveres causan epidemias en una catástrofe. No es así: los cuerpos de las personas muertas en una catástrofe no propagan enfermedades.

Tras una catástrofe, la máxima prioridad es cuidar a quienes sobreviven. Apresurarse para enterrar a los muertos desvía recursos de las labores de rescate y puede hacer que posteriormente sea imposible identificar los restos.

Lea nuestra sección de Preguntas frecuentes sobre la gestión de cadáveres en una catástrofe.