Ecuador tras el terremoto: restablecer el contacto entre familiares para aliviar la angustia

Cuando una situación de emergencia afecta a una población, la primera reacción es tratar de averiguar si los seres queridos se encuentran bien. Tras el terremoto de 7,8 grados de magnitud que sacudió a Ecuador el sábado 16 de abril, las comunicaciones se averiaron y la Cruz Roja Ecuatoriana (CRE) y la Cruz Roja Colombiana (CRC) recibieron más de 800 solicitudes de búsqueda para el restablecimiento del contacto entre familiares.

"Restablecer el contacto que se perdió durante los momentos de desesperación es un servicio que la Cruz Roja puso a disposición de las personas afectadas por el sismo. Se trata de ayudar y facilitar el contacto", relató Fabricio Benítez, voluntario de la CRE.

Los jóvenes voluntarios de la CRE desplegaron una acción inmediata con las personas que habían sido trasladadas a los albergues. Muchas de ellas lograron comunicarse con sus familias a través de las redes de telefonía que se lograron restablecer un día después del sismo, pero muchas otras no tenían posibilidades de acceder a ellas, por lo que los voluntarios recogieron las solicitudes de búsqueda e hicieron seguimientos individuales y directos para ponerlas en contacto nuevamente con sus seres queridos.

"Nos encontramos con el caso de un adulto mayor que después de una semana no tenía ningún contacto con su hijo; los voluntarios recogimos la información y fuimos a conversar con los vecinos de este señor para encontrar alguna pista. Logramos obtener el contacto y ahora nos queda seguir el caso hasta que logren comunicarse" comentó Fabricio.

Tres delegados del CICR llegaron a Ecuador para facilitar los equipos técnicos y la coordinación necesaria para dar seguimiento a cada caso presentado. Los pasos a seguir son el cruce de información, la depuración de listas y el fortalecimiento de las capacidades de respuesta de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja que continúan con su labor.

"Tenemos aún mucho trabajo que realizar, los voluntarios dedicamos nuestro tiempo a aliviar la angustia y la desesperación que tienen muchas personas, especialmente las más vulnerables, quienes necesitan el apoyo de sus familias", culmina su relato el voluntario de la CRE.