Comunicado de prensa

COVID-19: las autoridades deben prepararse con urgencia para la correcta manipulación de los cadáveres

Ginebra (CICR) – El número de muertes causadas por COVID-19 podría sobrepasar la capacidad local de manipular correctamente los cadáveres, advirtió hoy el Comité Internacional de la Cruz Roja. El personal de salud y otro personal encargado de manipular los cuerpos podría superar ese riesgo con una preparación y una planificación adecuadas, para que la dignidad de las personas fallecidas y sus familiares sea respetada.

Si no se cuenta con una planificación y preparación adecuadas para casos de decesos en masa, se corre el riesgo de que los cuerpos sean enterrados en fosas comunes. De esa forma, habría escasa o nula posibilidad de llevar un registro adecuado de la identidad de las personas fallecidas y del lugar donde se hallan los cuerpos. El sufrimiento causado por el hecho de desconocer dónde han sido enterrados los seres queridos podría ser devastador.

"Prepararse para decesos en masa no significa que se producirán decesos en masa. Pero es sumamente necesario definir planes para esos casos y, eventualmente, aplicarlos a fin de ayudar a reducir el dolor de las familias y de la sociedad en su conjunto frente a un alto número de muertes", dijo Oran Finnegan, jefe de la Unidad Forense del Comité Internacional de la Cruz Roja. "Es posible evitar una manipulación indigna de los cadáveres."

Incluso en los países que no están afectados por conflictos, las casas funerarias y las morgues se han visto rápidamente sobrepasadas por los fallecimientos causados por COVID-19. En zonas de conflicto, la situación podría ser aún más complicada, debido a la capacidad limitada de atender debidamente un alto número de muertes. Se deben trazar o activar ahora planes de respuesta de emergencia, antes de que la crisis supere al personal y los recursos, a fin de garantizar la identificación y la documentación fiables de las personas fallecidas. Además, se debe facilitar los procesos para obtener certificados y registros de defunción, y permisos de entierro.

"Con frecuencia, no nos damos cuenta de la importancia de los aspectos forenses hasta que nos tocan de cerca, con la muerte de un ser querido, una madre, un hermano, un hijo. En ese momento, sí que nos interesa la forma en que se tratan los cuerpos. Si los países definen planes ahora, es posible garantizar una manipulación digna de los cuerpos. En caso contrario, se podría terminar recurriendo a fosas comunes y se tendría conocimiento escaso o nulo de la identidad de las personas fallecidas y del lugar donde están los cuerpos", dijo Stephen Fonseca, jefe de la Unidad Forense del CICR para África.

Los cambios o las restricciones impuestos a las prácticas de entierro y los funerales pueden ser muy angustiantes para las familias y exacerbar su dolor. Es esencial que las familias y las comunidades dispongan de información clara sobre las medidas que se han aplicado para hacer frente a un elevado número de decesos. De esa forma, se ayuda a reducir el impacto psicológico en los familiares y a que estos respalden las medidas adoptadas.

En lo que respecta a la manipulación de los cuerpos, el CICR recomienda que las autoridades competentes adopten las siguientes medidas:

  • La protección y el bienestar del personal que manipula los cuerpos de las personas fallecidas a raíz de COVID-19 debe ser la prioridad principal. El personal de salud y otro personal encargado de la manipulación de los cuerpos deben contar con los equipos de protección personal adecuados.
  • Se debe garantizar el respeto de las personas fallecidas y de sus familiares a través de entierros o cremaciones dignos, con la debida identificación y documentación.
  • Las autoridades deben tomar las medidas correspondientes para contar con las estructuras físicas necesarias para almacenar los cuerpos y con espacio suficiente para enterrarlos. Además, las ceremonias de entierro o cremación deben realizarse respetando las necesidades culturales y religiosas.
  • Se deben adoptar medidas de prevención especialmente en lugares de detención, campamentos de refugiados y grandes asentamientos urbanos, con la finalidad de desterrar mitos y de prepararse para un número de muertes más alto que el que puede atenderse en tiempos normales.

Muchas Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de África tienen amplia experiencia en apoyo a la gestión segura de los cadáveres en brotes de enfermedades infecciosas y están preparándose para colaborar en la realización de entierros seguros en lugares donde no se puede disponer inmediatamente de servicios fúnebres.

El CICR trabaja en torno a cuestiones relativas a la gestión de cadáveres en todo el mundo. A continuación, se describen algunas de sus actividades.

En África

La preparación y la planificación para casos de decesos en masa implica determinar el espacio necesario para los entierros. Esta es una consideración ineludible en esta crisis provocada por COVID-19, en caso de que se produjeran más decesos de los que se puede atender. Aun cuando el número de muertos obligue a realizar entierros comunes, que se conocen como "entierros en fosas", es posible trazar planes y respetarlos para que los cuerpos sean enterrados de una forma que evite mezclarlos y permita su trazabilidad.

"Si los países africanos llegan a un pico de casos, como Europa o Estados Unidos, nuestra prioridad es apoyar los planes de las autoridades para una gestión adecuada y respetuosa de los fallecidos, lo que implica evitar una disposición apresurada de los restos en sepulturas sin identificar. Para una familia en duelo, esto significa tener un sitio de entierro específico que visitar. La planificación y la preparación evitan mayor sufrimiento", dijo el señor Fonseca.

En Asia

En algunos países asiáticos, preocupa al CICR el impacto que tendrá en las familias en duelo el hecho de que sus seres queridos hayan sido cremados contra sus creencias religiosas debido al temor a la propagación del virus de COVID-19. Si bien las autoridades han tomado las medidas necesarias para contener la propagación de la enfermedad, el CICR las insta a que adopten o incorporen las orientaciones internacionales que permiten tanto la cremación como el entierro, y que alientan a observar las ceremonias y los ritos religiosos siempre que sea seguro.

Expertos forenses del CICR, en colaboración con autoridades forenses nacionales, están elaborando directrices sobre la gestión de muertes causadas por COVID-19 en Afganistán, Bangladesh, Filipinas, Indonesia, Myanmar y Pakistán. Preocupan al CICR las situaciones en las que no hay planes de contingencia para COVID-19 ni se han hecho consideraciones respecto de cómo gestionar los cuerpos de las personas fallecidas durante una pandemia.

En América Central y del Sur

A fin de prestar asistencia en Ecuador, el CICR entregó al Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses 1.500 máscaras N95, 1.000 bolsas mortuorias y 800 trajes de bioseguridad para uso del servicio forense, las fuerzas armadas, la policía y otros organismos públicos encargados de la remoción, el traslado y la disposición de cuerpos en Guayaquil y zonas aledañas. Un consultor externo contratado por el CICR brinda orientación a las autoridades ecuatorianas sobre la gestión de los cadáveres.

En Venezuela y en Colombia, el CICR ha donado equipos de protección personal y material de saneamiento a morgues y hospitales a fin de ayudarles en la gestión de los cadáveres. Expertos forenses del CICR han difundido recomendaciones sobre la gestión de los cuerpos de las personas fallecidas por COVID-19 ante autoridades de México, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile y Guatemala.

En Eurasia

En Ucrania, el CICR ha hecho recomendaciones y entregado equipos de protección personal y bolsas mortuorias a las autoridades, incluido el personal forense. El CICR también ha prestado apoyo técnico a las oficinas encargadas de tareas forenses en las zonas no controladas por el gobierno, en el este de Ucrania.
En Georgia, el CICR ha donado bolsas mortuorias y equipos de protección personal para uso del personal de las morgues. El CICR también ha hecho recomendaciones y dado apoyo en materia forense a las autoridades competentes en Georgia y a los servicios forenses de Osetia y Abjasia a fin de garantizar que los cuerpos sean tratados de manera digna.

En Oriente Medio y el Norte de África

En algunos países de Oriente Medio, se ha expresado el temor de no poder realizar un entierro siguiendo los ritos islámicos si una persona muere a raíz de COVID-19. Se ha observado que comunidades de la región han impedido el entierro de víctimas de coronavirus debido al miedo a la infección. El CICR brinda asesoramiento técnico y recomendaciones sobre gestión de las personas fallecidas y entierros a ministerios gubernamentales, autoridades forenses y socorristas. Además, está en contacto con autoridades religiosas para sensibilizar al público acerca de las medidas adecuadas en estos casos.

El CICR promueve la elaboración y/o la aplicación de planes de preparación y respuesta en casos de emergencia para atender un posible aumento del número de decesos a raíz de COVID-19.

Nota: a partir de su experiencia en gestión de cadáveres en emergencias, el CICR ha preparado un conjunto de recomendaciones que están disponibles para el público en inglés, español, francés, árabe, ruso y portugués, con la esperanza de que sean de ayuda para responder a la crisis.

Para más información:
Ewan Watson, Ginebra, portavoz, +41 792 446 470, ewatson@icrc.org
Jason Straziuso, Ginebra, portavoz, +41 79 949 3512, jstraziuso@icrc.org

Se pueden visualizar y descargar las últimas secuencias de vídeo del CICR para teledifusión en: www.icrcnewsroom.org
Acción del CICR para poner fin a los ataques contra los trabajadores de la salud y los pacientes: www.healthcareindanger.org/es/