Hasta la guerra tiene límites, destacan especialistas en 37 edición del concurso Jean Pictet celebrada en México

En momentos en que presenciamos el aumento la intensidad de conflictos armados se hace más necesario que nunca el estudio del derecho internacional humanitario (DIH), que define claramente que hasta las guerras tienen límites.

En su rol de guardián del derecho internacional humanitario, cometido confiado formalmente por la comunidad internacional, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) impulsa iniciativas globales para enseñar, difundir y velar por la aplicación del DIH. Entre estas iniciativas destaca el Concurso Jean Pictet —el mayor evento de formación en DIH a nivel internacional— cuya edición 37 se realizó en Cuernavaca, México, por primera vez en América Latina.

El derecho internacional humanitario es un conjunto de normas que tratan de limitar los efectos de los conflictos armados. Protege a las personas que no participan o que dejaron de participar en los combates y limita los medios y métodos de hacer la guerra.

Desde Yemen hasta Sudán del Sur, las imágenes de conflictos saturan las redes sociales y las noticias. Con toda esta información, puede ser fácil pensar que la violencia durante los conflictos es ilimitada. Sin embargo, los Convenios de Ginebra, así como otros tratados y el DIH consuetudinario, defienden la idea de que incluso en tiempos de guerra debe prevalecer la humanidad, expresó Laure Schneeberger, jefa de programas y prevención de la delegación regional del CICR para México y América Central.

Somos dolorosamente conscientes de que las leyes de la guerra no detienen los horrores del campo de batalla. Pero cuando se respeta el DIH, los daños a los civiles se reducen drásticamente y se marca la diferencia para muchas personas que luchan por mantenerse con vida, enfatizó.

A pesar de que muchos ciudadanos en el mundo habitan en países donde no hay conflictos armados, todos nos vemos afectados de una u otra manera, explicó Christophe Lanord, administrador del comité organizador del concurso Jean Pictet.

"La situación actual en Ucrania lo demuestra: temas relacionadas con el derecho internacional, incluido el DIH, son una forma importante de analizar lo que está sucediendo. Y las víctimas de la guerra necesitan el DIH como forma de protección".

Concurso Jean Pictet

La edición 37 de este certamen se llevó a cabo por primera vez en un país latinoamericano. "La intención es tener un evento universal. Realizar el concurso en diferentes partes del mundo nos permite estar más cerca de diferentes contextos y dar la posibilidad a los equipos de participar con un presupuesto menor. Tenemos tres objetivos para los equipos: competir, aprender y conocer", indicó el administrador de este certamen que se instituyó en 1989.

En los 32 años de la competencia han participado más de 4000 alumnos de las ramas de derecho y ciencias políticas, integrantes de academias militares, entre otros. Muchos de ellos ahora tienen puestos de alto nivel relacionados con el DIH, la acción humanitaria, en gobiernos, en organizaciones internacionales o de la sociedad civil.

Diversos exalumnos describen su participación en el concurso Jean Pictet como una de las semanas más importantes de sus estudios, porque el objetivo del certamen es "sacar el derecho de los libros".

Del 26 de febrero al 04 de marzo, 16 equipos de equipos provenientes 11 países trataron de resolver asuntos relativos al derecho internacional humanitario a través de simulaciones y dramatizaciones. Los temas abarcaron situaciones como los conflictos armados y la degradación ambiental, el desarrollo de las tecnologías que crea nuevos frentes en el ciberespacio y el derecho de acceso a la ayuda humanitaria.

Con una cerrada final entre el equipo de la Universidad Libre de Tbilisi, Georgia, y los concursantes de Academia de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, concluyó esta tarde la edición 37 del concurso Jean Pictet sobre derecho internacional humanitario. Este 2022 el Comité organizador planteó llevar a cabo tres ediciones: la 37 en México, la 38 en Albania y la 39 en Indonesia.