Dakar (CICR) – Este año, se han registrado niveles récord de personas que se ven forzadas a abandonar sus hogares en Burkina Faso a raíz de la violencia. Hace diez años exactos, los Estados miembros de la Unión Africana fueron los primeros en el mundo en adoptar un marco jurídicamente vinculante para asistir y proteger a las personas internamente desplazadas.
El aumento de desplazamientos de la población en la nación occidental del Sahel nos recuerda por qué se necesita ese marco.
Este año, se ha registrado un aumento del 507 por ciento en la cantidad de personas internamente desplazadas en Burkina Faso. Hasta mediados de octubre, casi medio millón de personas se habían desplazado en el país, según datos de la ONU, que refleja un aumento pronunciado de alrededor de 80.000 personas a principios de año.
"Las personas desplazadas se encuentran entre las más vulnerables. Las familias suelen vivir en comunidades de acogida, donde los recursos pueden ser escasos. Estas personas pueden volverse invisibles en estos entornos y, para las organizaciones humanitarias, puede resultar difícil acceder a ellas", dijo Patrick Youssef, director regional adjunto para África del CICR.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) insta a los Estados a adoptar medidas más concretas para mejorar la suerte que corren las personas desplazadas en África, mediante la ratificación y la implementación de la Convención de Kampala.
"África ha establecido la pauta al tener el primer marco jurídico en el mundo para asistir y proteger a las personas desarraigadas de sus hogares por conflictos, otras situaciones de violencia o desastres naturales. Es importante que los países ratifiquen la Convención y que adopten medidas prácticas para propiciar el bienestar de las personas desplazadas", afirmó Youssef.
En la región de África subsahariana, se han registrado alrededor de 7,4 millones de nuevos desplazamientos relacionados con conflictos y otras situaciones de violencia y 2,6 millones debido a desastres naturales, en 2018, según cifras del Observatorio sobre el Desplazamiento Interno.
La Convención de Kampala fue adoptada el 23 de octubre de 2009 y entró en vigor en 2012. Aún es un hito importante en la reafirmación de las obligaciones de los Estados, en primer lugar, para evitar que las personas huyan de sus hogares, así como para proteger y asistir a quienes ya se han desplazado.
Veintiocho de los 55 Estados miembros de la Unión Africana han ratificado el tratado; 40 lo han firmado.
Numerosos Estados han adoptado leyes y políticas nacionales para implementar las disposiciones de la Convención o se encuentran actualmente en este proceso. Varios Estados han creado organismos gubernamentales para coordinar la asistencia de emergencia y han emprendido iniciativas concretas que han mejorado la vida de las personas internamente desplazadas en sus comunidades. "Sin embargo, pese a los progresos alcanzados, aún queda mucho por hacer para traducir las aspiraciones de la Convención de Kampala en realidad", concluyó Youssef.
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