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La salud mental en el centro de la atención

Balance Humanitário 2021

A lo largo de 2021, la delegación regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay trabajó para prestar servicios de apoyo psicosocial a víctimas de violencia, familiares de personas desaparecidas y cuidadores en general

La salud mental y el apoyo psicosocial (SMAPS) son, a veces, relegados a un segundo plano en las acciones y políticas de respuesta a las necesidades humanitarias. Sin embargo, el CICR se ocupa de esta cuestión de manera transversal en diversos ámbitos de actuación. Al fin y al cabo, para ejecutar satisfactoriamente una misión humanitaria, es necesario tener una mirada humana y empática, tanto sobre la comunidad como también sobre el equipo responsable de asistirla.

En 2021 (segundo año consecutivo de pandemia), el desafío relativo al cuidado de la salud mental y el bienestar psicosocial se profundizó para la delegación regional del CICR para Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.

Intensificamos la atención y el cuidado, el seguimiento y el diálogo tanto de nuestro equipo como de los colaboradores y de la población que recibe asistencia. Cuando se trata de personas, hablamos de bienestar. No hay manera de separar estas cuestiones

El último año, la labor del área se centró en tres públicos que reciben la asistencia del CICR: las víctimas de la violencia armada, los familiares de personas desaparecidas y los propios cuidadores. Teniendo en cuenta que estas personas ya afrontan una realidad muy dura en su día a día, la pandemia podría tener consecuencias aún mayores para su salud mental. Justamente por esto, la delegación promovió el diálogo y buscó conocer los servicios disponibles en Boa Vista, Fortaleza y San Pablo, donde el CICR está presente, con la posibilidad de establecer alianzas que permitan ofrecer atención y actividades dedicadas al apoyo psicosocial y de la salud mental para estas personas.

Se realizaron relevamientos de servicios en materia de SMAPS, talleres y seminarios web, con el objetivo de intercambiar experiencias y debatir estrategias de apoyo psicosocial. ¿El resultado? Los socios se sintieron recibidos y amparados, con perspectivas de mejorar los servicios de salud mental y apoyo psicosocial orientados a las necesidades específicas de los familiares de personas desaparecidas.

Nuestra labor genera un cambio que, a veces, no es inmediatamente visible. Si bien es una labor más subjetiva, por más pequeña que parezca, resulta motivador tener la posibilidad de trabajar con miras a un apoyo, una mejora en el bienestar o una protección a las víctimas de violencia. Existen personas que sufren y son marginadas por falta de atención. Queremos generar un cambio en la vida de esas personas.

Intersectorialidad

El relevamiento y el reconocimiento de la realidad de las víctimas de violencia armada de la ciudad de Fortaleza, capital del estado de Ceará, donde el CICR tiene su oficina, dio inicio a uno de los principales proyectos llevados a cabo por el equipo del Programa de Salud Mental y Atención Psicosocial de la delegación en 2021.

Reconocemos lo que sucede o lo que no sucede en el ámbito de la salud mental, lo que se ofrece a las personas afectadas por la violencia y nos acercamos a las autoridades para poder concientizarlas y evaluar posibles ámbitos de acción

El estudio realizado por el CICR identificó que no existen servicios públicos dirigidos al apoyo de la salud mental de las personas afectadas por la violencia y de sus familiares en la ciudad de Fortaleza. Desde entonces, el equipo de la delegación comenzó una labor de acercamiento a autoridades e interlocutores clave para la creación y el fortalecimiento de estos servicios. "El objetivo es dar apoyo a los sobrevivientes y velar por su bienestar emocional y psicosocial, así como su salud mental, siempre por medio de servicios locales, para alcanzar la sustentabilidad", afirma Reali.

CONFERENCIA SOBRE SALUD MENTAL EN BOA VISTA. Foto: Benjamin Mast/CICR

Junto con el Comité Estadual del programa de Protección de Ceará, la delegación realizó cuatro sesiones de sensibilización y talleres para tratar la importancia de la temática, con un promedio de veinte participantes por sesión. Dos de estos encuentros contaron con la participación del CICR de Colombia y de Honduras, en una acción intersectorial de asistencia a las personas afectadas por la violencia armada.

"Fue muy interesante, porque también participaron profesionales clave de servicios públicos esenciales. La idea era concientizarlos acerca de la necesidad de tener una mirada más atenta para con esas víctimas y estimular la intersectorialidad entre los servicios, en el ámbito de la salud mental y el apoyo psicosocial", aclaró la coordinadora.

Además, a lo largo del año, el programa de Salud Mental y Apoyo Psicosocial recibió cuatro personas que necesitaban ser evaluadas para su derivación. Este tipo
de apoyo se realiza en casos muy específicos, ya que el CICR no ofrece cuidados individuales, como psicoterapia.

Personas desaparecidas

En 2021, la delegación regional del CICR entregó a las autoridades brasileñas el informe "´¿Todavía?´ – esta es la palabra que más duele", basado en un relevamiento completo de las necesidades y solicitudes de los familiares de personas desaparecidas del estado de San Pablo, realizado en 2018.

En estos y en otros casos, las informaciones compartidas son recogidas de entrevistas y experiencias con este público, mediante una escucha activa para que el CICR pueda ofrecer sugerencias de servicios de apoyo psicosocial a las autoridades estaduales y a un grupo integrado por el Gobierno Federal, por medio del Ministerio de la Mujer, de la Familia y de los Derechos Humanos.

Después del lanzamiento de la publicación, se realizaron dos seminarios web —en conjunto con la Secretaría de Salud del estado de San Pablo— con base en las necesidades de salud mental y atención psicosocial de los familiares de personas desaparecidas. Los encuentros tuvieron una asistencia de alrededor de mil personas.

"Estas acciones buscan concientizar tanto a los profesionales que están en la primera línea, como a otras secretarías del municipio y del estado. En este momento, contamos con un relevamiento de otros servicios que ofrecen apoyo psicosocial y de salud mental para esta población en San Pablo", afirma Renata Reali.

Además, según explicó la coordinadora, durante el año se realizó el relevamiento de los servicios, así como también tareas destinadas a estrechar vínculos, a la cooperación y a la colaboración para crear grupos de trabajo y acciones conjuntas en pro de una mejor atención a las familias de personas desaparecidas de ese estado. "La idea es que esos vínculos se estrechen y que podamos fortalecer la respuesta de estas secretarías a los servicios en los cuales han trabajado y que intentan ofrecer a ese público".

En Fortaleza, el CICR colaboró con talleres ofrecidos a la Comisaría de Homicidios y Protección a la Persona. "Hablamos sobre las necesidades de estos familiares cuando llegan a la comisaría. Debido al estrés de la situación, no es tan simple recibirlos adecuadamente y crear un espacio propicio para relevar la información necesaria. En estas ocasiones, recopilamos información sobre cómo tiene lugar la recepción. El objetivo es fortalecer esta labor, brindar alguna recomendación que colabore con este proceso tan delicado", explica Renata.


Retos

Según evalúa Renata Reali, uno de los principales retos de su coordinación es iniciar la labor de concientización de las personas sobre la importancia de invertir en salud mental y en la atención psicosocial de las diferentes poblaciones asistidas por el CICR.



LOS PROFESIONALES DE LA SALUD SE ENFRENTAN AL ESTRÉS Y AL AGOTAMIENTO EN EL TRABAJO. Foto: Daniel Marenco/CICr

"No siempre encontramos servicios orientados a las poblaciones con las cuales trabajamos. Entonces, tenemos que iniciar una labor más de base, de concientización y, a partir de ahí, brindar un apoyo para crear o fortalecer algún servicio ya existente, pero que tenga una mirada más profunda sobre las temáticas de la salud mental y las necesidades específicas de cada población", concluye.

Muchos programas en materia de SMAPS (así como de protección) están limitados por el financiamiento, pero la salud mental y el bienestar de las personas no son procesos que puedan interrumpirse ni acelerarse. Por eso, es necesario trabajar sobre mecanismos de prevención y respuesta a las necesidades del lugar donde se encuentran las personas afectadas por la violencia.