Artículo

México: migración y desplazamiento

En el CICR somos testigos de los importantes retos que enfrenta México para asistir y proteger a miles de personas que se ven obligadas a huir de sus hogares y abandonarlo todo en búsqueda de una mejor vida.

México recibe permanentemente miles de migrantes centroamericanos que atraviesan su territorio y que se suman a sus propios ciudadanos: migrantes y desplazados internos. Al CICR le preocupan las consecuencias humanitarias asociadas a la violencia, que deben enfrentar estas personas en su tránsito. En un gran número de casos, pierden el contacto con sus familias, son víctimas de actos violentos, de accidentes, desaparecen o mueren.

Cambios vinculados a nuevas políticas públicas, como la implementación de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés) en la frontera norte; la participación de nuevos actores, como la Guardia Nacional, para hacer frente a la situación; el aumento significativo del flujo de familias y niños y adolescentes no acompañados, el número creciente de migrantes detenidos y de las solicitudes de asilo son todos aspectos que el CICR sigue de cerca y que necesitan una respuesta humanitaria.

El CICR reconoce que es el Estado el que tiene la responsabilidad principal de satisfacer las necesidades de asistencia y protección de esta. Sin embargo, también es consciente del desafío que implica garantizar el acceso a derechos a los migrantes en una situación en la que hay un número cada vez mayor de personas en situación de retorno (se calculaban en 50.000 a finales de 2019), así como de los tiempos de espera para recibir asilo en territorio mexicano. Por eso, junto con la Cruz Roja Mexicana, apoyamos a la población migrante mediante acciones puntuales de prevención, asistencia humanitaria y protección. Colaboramos con instituciones del gobierno central y local, con los albergues y la sociedad civil para promover y proteger la seguridad, dignidad y derechos de las personas migrantes. Apoyamos también a los albergues para que los migrantes tengan espacios dignos de alojamiento y junto con la mano de la Sociedad Nacional, hemos establecido puntos en todo México para que los migrantes puedan llamar de manera gratuita a sus familias.

Las personas migrantes que pasan por el albergue Decenal Guadalupano en Tierra Blanca, Veracruz, muchas veces caminan 300 km después de su última parada. Ayudamos a mejorar sus instalaciones sanitarias para que cuenten con espacios dignos e higiénicos para reponerse.

En respuesta a las consecuencias humanitarias relacionadas con las dificultades de acceso de la población migrantes a los servicios de salud, las actividades de asistencia y el programa de rehabilitación física para migrantes con discapacidad apuntan a mejorar el acceso a los servicios de salud y de rehabilitación física a través de una respuesta integral.

En colaboración con la Cruz Roja Mexicana, difundimos, presencialmente y a través de un número de Whatsapp, mensajes de autocuidado sobre derechos básicos, formas de reducir los riesgos en el tránsito y la ubicación de los refugios a lo largo de la ruta migratoria. Asimismo, colaboramos con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para que, por medio de su plataforma de Facebook conocida como "El Jaguar", se difundan estos mensajes.

Con respecto a personas migrantes detenidas, el CICR visita estaciones y estancias migratorias para verificar que se respete su dignidad en cuanto a trato, condiciones de alojamiento y atención a necesidades de salud. Al mismo tiempo, velamos por que los migrantes conozcan su derecho a solicitar asilo y para que este se haga efectivo, además de fomentar el acceso a alternativas a la detención migratoria de grupos especialmente vulnerables.

Silvia salió de Honduras con la esperanza de llegar a Estados Unidos, y viajó de Guatemala a Chiapas en la caravana. Sin embargo, su sueño se vio frustrado al sufrir un accidente en la ruta migratoria. Como resultado de éste, perdió una pierna. Silvia fue trasladada a Acayucan donde fue atendida. Posteriormente, será trasladada a Celaya, donde recibirá una prótesis y rehabilitación gracias al proyecto que el CICR realiza en conjunto con el Centro de Rehabilitación del Instituto Guanajuatense para Personas con Discapacidad y la Cruz Roja Mexicana.

Mi pareja y yo viajamos como tres o cuatro días en tren hasta que llegamos a Achotal. En Achotal, íbamos a agarrar el tren, y ahí fue donde ya no pude tomarlo. Ahí fue donde me pasó el accidente.
Llegué a este albergue después del accidente (...) Aquí lo tratan bien a uno. Nada me hace falta, entonces me he sentido mejor. (...)

Datos

82.932 llamadas telefónicas
49 personas migrantes amputadas o gravemente heridas
1.351 personas
26.864 personas migrantes
10.000 folletos
10.600 mensajes de autocuidado
20.879 personas migrantes
6.952 personas migrantes fueron visitadas
5 informes fueron entregados
86 personas migrantes