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Migración en Suramérica: el peligro, las necesidades básicas y la separación entre familiares son las máximas preocupaciones

Resumen de actividades del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) sobre las condiciones de personas migrantes en Brasil, Colombia, Ecuador y Venezuela.

A menudo, los venezolanos que migran a países vecinos caminan miles de kilómetros en busca de mejores condiciones de vida, medios de supervivencia o seguridad. Los migrantes que viajan solos, las personas de la tercera edad, las mujeres embarazadas y los menores de edad son los más vulnerables a sufrir extorsiones, amenazas, violencia o reclutamiento forzoso por parte de grupos armados.

"La atención ha estado centrada en el número de migrantes, pero nos preocupa el grado de vulnerabilidad al que se ven expuestos. Estas personas —incluidos los niños— llegan exhaustas y hambrientas, con el calzado destruido y los pies ensangrentados. Enfrentan temperaturas peligrosamente bajas, sin más opción que dormir en las calles, a veces, bajo la lluvia. Las mujeres nos relatan historias desgarradoras de violencia", afirmó Sophie Orr, directora regional para América del CICR.

"En Colombia, hablé con los miembros de una familia que habían dejado a dos de sus hijos con los abuelos: les preocupaba mucho no poder ser capaces de enviarles dinero a corto plazo", manifestó Dominik Stillhart, director de Actividades Operacionales del CICR. "Es un verdadero trauma humano."

Preocupaciones humanitarias:

  • Los migrantes están expuestos a muchos riesgos, sobre todo en las zonas afectadas por los conflictos armados donde podrían ser reclutados por grupos armados o forzados a pagar un derecho de tránsito.
  • A veces, las mujeres embarazadas dejan sus países de origen para dar a luz en condiciones dignas y con costos accesibles. Sin embargo, suelen esperar hasta último momento, a riesgo de dar a luz en el camino y sin atención médica y, en ocasiones, enfrentan obstáculos a fin de obtener la documentación para sus hijos nacidos en el extranjero.
  • Las mujeres y las niñas son particularmente vulnerables a sufrir violencia sexual. "En un refugio para jóvenes abusadas, había tres hermanas de entre seis y dieciséis años de edad. Todas habían sido víctimas de abuso sexual en la zona de frontera", afirmó Dominik Stillhart, director de Actividades Operacionales del CICR, tras una visita reciente. "La madre me mostró el testimonio de una de sus hijas, de siete años de edad, y se me hizo muy penoso leerlo."
  • Algunas personas pierden contacto con sus familiares; otras son separadas en el camino. Los niños quedan al cuidado de miembros de la tercera edad de la familia o en situación de vulnerabilidad.
  • La falta de documentación de muchos migrantes genera mayores dificultades en materia seguridad y de acceso a los derechos y servicios básicos, como la salud y la educación.

Respuestas operacionales:

  • Entre octubre de 2018 y enero de 2019, la Cruz Roja* ayudó a casi 126.000 personas migrantes a restablecer el contacto con sus familiares: se facilitaron unas 71.000 llamadas telefónicas en Brasil, 4.500 en Colombia, 35.500 en Ecuador, 14.700 en Perú y 104 en Venezuela.
  • Además, en Colombia, la familia de la Cruz Roja* prestó asistencia a alrededor de 124.500 migrantes en cuestiones de salud, alimentos, saneamiento y educación. 

La ayuda incluyó lo siguiente:

- distribución de agua embotellada a unos 83.000 migrantes e instalación de siete puntos de abastecimiento de agua potable en beneficio de 9.000 personas por día;

- donaciones de artículos domésticos y de higiene a dos refugios; prestación de servicios de rehabilitación y asistencia en tres refugios;

- donaciones de medicamentos a tres hospitales ubicados en zonas de frontera; asistencia financiera destinada a servicios médicos para 95 migrantes vulnerables; servicios de rehabilitación física para 80 migrantes con discapacidad y apoyo psicosocial para 307 migrantes;

- paquetes de alimentos distribuidos a 15.000 migrantes en 26 municipios.

  • En Venezuela, se prestó asistencia a dos hogares para niños abandonados en la zona limítrofe con Colombia; se repatriaron los restos humanos de 17 migrantes desde Brasil, Colombia, Curazao, Ecuador y Perú, y se logró reunir a tres niños con sus respectivos familiares. En términos generales, casi 1.900 personas migrantes se beneficiaron de la asistencia del CICR en Venezuela, incluido el acceso a la conectividad y a la información, así como a la hidratación y los primeros auxilios.
  • En Ecuador, el CICR instaló sistemas de purificación de agua, duchas, inodoros y lavabos en cruces de frontera con Colombia. También prestó apoyo para el reacondicionamiento y la mejora de tres centros de recepción temporal, así como para la reconstrucción de diez módulos para albergar a familias migrantes. También se entregaron más de 3.000 paquetes con artículos de higiene, 800 gorras y 2.000 mantas a personas migrantes en paso a través de Ecuador, y se proporcionó información pertinente a quienes pasaron a través de Ecuador y Perú.
  • En respuesta a los brotes xenofóbicos registrados en Ecuador, el CICR y la Cruz Roja Ecuatoriana difundió mensajes de tolerancia mediante el teatro callejero. En Perú, la campaña #TodosSomosMigrantes hizo lo propio en el sistema de transporte público.

 

  • En Brasil, se construyeron dos pozos en la Diócesis y en el hospital del Estado de Pacaraima, que benefician a más de 2.000 migrantes y residentes locales.

(*Familia de la Cruz Roja = CICR, Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y Sociedades Nacionales de la Cruz Roja)

Para más información:
Brasil: Sandra Lefcovich, +9 55 619 8175 15 99
Colombia: Isabel Ortigosa Barbero, +57 311 491 07 89
Ecuador: Alicia Dafne Martos, +51 997 560 240
Venezuela: María Cecilia Goin, + 58 424 137 23 75
Ginebra: Patricia Rey González, +41 79 218 76 10

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