Myanmar: tras las inundaciones, las comunidades afectadas buscan recuperarse
Un mes después del paso del ciclón Komen y de las abundantes lluvias estacionales que causaron inundaciones y deslizamientos de tierra en Myanmar, comenzaron las tareas de recuperación.
El CICR y la Cruz Roja de Myanmar distribuyen alimentos y artículos esenciales a 60.000 personas en Rakhine, donde el CICR ya tiene fuerte presencia operacional.
"Como las aguas bajaron, los pobladores que regresan a sus hogares necesitarán ayuda con lo básico para reiniciar sus vidas. Por ello, decidimos seguir intensificando las actividades de socorro", explica Enrique Ochoa Fernández-Lomana, jefe del CICR en Sittwe.
Según las autoridades de Rakhine, las inundaciones causaron 55 muertos, arruinaron 270.000 acres de arrozales y afectaron a más de 150.000 personas.
En los primeros días posteriores a las inundaciones, el CICR centró su tarea en actividades de emergencia:
- distribuyó arroz y otros artículos esenciales como colchonetas, mantas, artículos de aseo y mosquiteros a más de 12.000 personas en Mrauk-U;
- proporcionó medicamentos y otros insumos médicos a hospitales en Mrauk-U, Kyauktaw y Minbya y ayudó a que los hospitales desplegaran clínicas móviles en las zonas afectadas;
- distribuyó lonas a las familias en Sittwe.
La Cruz Roja de Myanmar también distribuyó artículos esenciales a más de 10.000 personas.
Intensificar las actividades de socorro en Myanmar
Desde la semana pasada, el CICR y la Cruz Roja de Myanmar comenzaron a distribuir alimentos y artículos esenciales a 60.000 personas en Mrauk-U, Kyauktaw y Minbya. Además, ambas organizaciones se encargan de facilitar el acceso al agua potable para los pobladores de más de 60 aldeas ubicadas en dichas zonas y ayudando a limpiar los estanques que resultaron contaminados. Ya se limpiaron 70, en beneficio de más de 10.000 personas.
Para los próximos seis meses, el CICR y la Cruz Roja de Myanmar proyectan reforzar los medios de sustento de 25.000 personas y mejorar sus oportunidades laborales.
"Incentivaremos los donativos de dinero o los proyectos de dinero por trabajo destinados a limpiar la infraestructura pública, por ejemplo los hospitales, a la vez que ofreceremos oportunidades para generar ingresos básicos", explica el Sr. Ochoa Fernández-Lomana.
La operación del CICR se mantendrá flexible para poder contemplar situaciones de extrema vulnerabilidad, y tomará en cuenta la respuesta de otros actores humanitarios, que también va en aumento en estos momentos.