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Nepal: la primera necesidad de los afectados es conocer el paradero de sus seres queridos

Mientras el Movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja se esfuerza por llegar a zonas remotas que han quedado aisladas a causa del devastador terremoto, el CICR se concentra en ayudar a los afectados a conocer el paradero de sus seres queridos.

El terremoto que sacudió Nepal el 25 de abril destruyó pueblos enteros, eliminó fuentes de ingresos, hizo intransitables las carreteras y redujo a escombros un patrimonio cultural de siglos. Las cifras oficiales hablan de alrededor de 7.650 muertos. Más de 16.000 personas resultaron heridas. Más de medio millón de viviendas fueron total o parcialmente destruidas.

"En este momento de inmensas pérdidas, tratamos de hacer todo lo posible por ayudar al pueblo de Nepal. Lo hacemos tanto directa como indirectamente, al dar apoyo a la Cruz Roja Nepalesa y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR)", señaló Dragana Kojic, jefa de la delegación del CICR en Nepal. Dada la distribución de funciones dentro del Movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, es la Cruz Roja Nepalesa la que lidera las labores ante una situación de desastre natural en tiempos de paz, con apoyo de la FICR. Por su parte, el CICR se concentra en el restablecimiento de vínculos familiares, la gestión de los cadáveres y los primeros auxilios de urgencia.

"Lo primero que uno hace cuando sobrevive a un terremoto es buscar a sus seres queridos. Es una necesidad humana aún más fuerte que el hambre", afirmó Saurav Shrestha, jefe de Protección del CICR en Nepal. Inmediatamente después de que se produjera el terremoto de magnitud 7,9, el CICR puso en marcha su sitio web familylinks, primero en inglés y después en nepalés. En menos de dos semanas, la página recibió más de 1,2 millones de visitas. Esta herramienta electrónica permite registrar los nombres de las personas con quienes se ha perdido el contacto y los nombres de las personas que quieren informar a otros de que están vivas, así como buscar nombres en las listas de desaparecidos o de quienes han dejado constancia de que están vivos.

Los delegados del CICR y los voluntarios de la Cruz Roja Nepalesa visitaron hospitales, hogares para niños y campamentos para personas desplazadas para ayudar a quienes trataban de ponerse en contacto con sus familiares. Transmitir mensajes sencillos de "Estoy vivo" cambiaba enormemente las cosas. Así, los familiares de personas heridas que tuvieron que ser evacuadas urgentemente podían saber en qué centro de salud se encontraban. Algunos pacientes recibieron ayuda para solventar el viaje de regreso a sus hogares una vez que dejaban el hospital. También se hicieron esfuerzos por reunir a los niños con sus familiares. Además, se han enviado equipos especiales a los distritos afectados, para dar apoyo a los especialistas de la Cruz Roja Nepalesa de cara al restablecimiento de vínculos familiares.

La gestión de los cadáveres es otro ámbito en el que el CICR tiene experiencia reconocida. "En la actualidad, damos apoyo técnico y logístico al Departamento de Medicina Forense en Katmandú, con el cual tenemos una relación de larga data", señaló Cheryl Katzmarzyk, coordinadora forense del CICR. Otro objetivo es orientar a las fuerzas de seguridad y a las autoridades de los distritos afectados, para que puedan identificar los cadáveres y gestionarlos de manera apropiada, con dignidad y con total respeto por las prácticas culturales. Se difunden mensajes sobre la necesidad de no cremar los cuerpos hasta que hayan sido adecuadamente identificados. Explicar que los cadáveres no son fuente de epidemias es igualmente importante.

Inmediatamente después de la catástrofe, el CICR envió también a los hospitales materiales de primeros auxilios.

"El pueblo nepalés ha demostrado una inmensa resiliencia y una impresionante solidaridad con su ayuda espontánea a los más afectados por el terremoto. Los voluntarios de la Cruz Roja Nepalesa estuvieron entre los primeros que se apresuraron a salvar vidas, incluso cuando ellos mismos se habían visto gravemente afectados", añadió Dragana Kojic.

Entre el 25 de abril y el 7 de mayo de 2015, en colaboración con la Cruz Roja Nepalesa, el CICR:

  • visitó 19 hospitales, 11 campamentos para personas desplazadas y dos hogares para niños con el objetivo de restablecer el contacto entre familiares, hacer listas de personas desaparecidas y ayudar a quienes no podían regresar a sus hogares por sí mismos;
  • envió equipos a algunos de los distritos más afectados, concretamente Sindupalchowk, Gorkha, Rasuwa, Dhading y Nuwakot, para evaluar las necesidades en términos del restablecimiento del contacto entre familiares; visitó cuatro cárceles en el Valle de Katmandú y en Gorkha, transmitió mensajes "Sano y salvo" a los familiares de los reclusos y notificó a sus familiares la muerte de cinco reclusos como consecuencia del terremoto;
  • entregó más de 2.000 bolsas para cadáveres a la Cruz Roja Nepalesa y a diversos hospitales;
  • suministró a hospitales en el Valle de Katmandú y los distritos periféricos nueve equipos con módulos de vendaje, ocho equipos con material para enyesar y lonas impermeables.


Para más información:
Krishna Chalisey, CICR, Katmandú, tel.: +977 985 100 0602 (medios nepaleses e internacionales)
Iolanda Jaquemet, CICR, Katmandú, tel.: +977 985 123 0042 (medios internacionales)
Alexis Heeb, CICR, Ginebra, tel.: +41 79 218 76 10, Twitter: @AHeebICRC