El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja expresa profunda preocupación ante la reciente ola de ataques en contra de sus voluntarios y miembros del personal.
Apenas en el último mes, cabe lamentar la muerte de dos voluntarios y de un miembro del personal en Sudan. Los voluntarios sufren ataques en Myanmar y, en Guinea, las brigadas que luchan contra el ébola son víctimas de un promedio de diez ataques por mes, motivados por información errónea o la estigmatización asociada a la enfermedad. En la República Centroafricana, entre otros lugares, no se concede a los emblemas el respeto universal debido e, incluso en ciertos casos, son blanco específico. En Siria, cuarenta y siete (47) voluntarios han perecido desde el inicio del conflicto.
Personas que arriesgan su vida en pro de la comunidad
Los voluntarios y miembros del personal arriesgan sus vidas cotidianamente para asistir a sus comunidades. Lo hacen confiados en que actúan bajo la protección de los emblemas de la cruz roja y de la media luna roja, reconocidos a tenor del derecho internacional como signos visibles de humanidad y neutralidad, tanto en tiempos de guerra como de paz. En calidad de agentes humanitarios que portan esos emblemas, deberían estar amparados ante cualquier ataque y debería concedérseles paso libre en condiciones seguras. Desafortunada –e inaceptablemente- no siempre es así.
Se ha tornado cada vez más difícil garantizar la protección efectiva de los voluntarios y miembros del personal. Estos se ven expuestos a riesgos ante la convergencia de diversos factores, tales como la prolongada duración de las crisis, la proliferación de partes armadas, y la inobservancia generalizada de las normas de derecho internacional humanitario. Además, las guerras civiles superan a menudo las fronteras nacionales, con un efecto dominó que provoca la desintegración de comunidades, la destrucción del entramado social, y favorece entornos volátiles en medio de los cuales los voluntarios y miembros del personal se esfuerzan con denuedo por llevar adelante su labor vital.
Respeto y protección necesarios
Las crisis contemporáneas generan ingentes necesidades humanitarias. Los voluntarios de las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja desempeñan una función esencial en sus comunidades para aliviar el costo humanitario de esas crisis. Sin el respeto y la protección de todas las partes, no gozan de condiciones seguras para cumplir con esa función singular y fundamental. Innumerables víctimas y supervivientes de las crisis dependen de ellos como fuente de asistencia y se encuentran en riesgo porque estos trabajadores no pueden llevar a cabo su labor debido a preocupaciones relativas a la seguridad.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en su conjunto, esto es 189 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, y el Comité Internacional de la Cruz Roja, exhortan a las partes estatales y no estatales, a las fuerzas armadas y otros grupos armados, a los particulares, comunidades y líderes de opinión a que brinden apoyo, en todo lugar, a los voluntarios y miembros del personal de las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, así como a otros agentes humanitarios. Dirigimos un llamado a todas las partes en conflicto para que cumplan con las obligaciones que les incumben de conformidad con el derecho internacional humanitario y concedan el debido respeto a los trabajadores de las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que aportan asistencia, otorgándoles acceso seguro e irrestricto a todas las personas necesitadas.
Para obtener más información u organizar entrevistas, las personas de contacto son :
- Ewan Watson, CICR, Ginebra, tf: +41 79 244 64 70. Email: ewatson@icrc.org Twitter: @EWatsonICRC
- Benoit Matsha-Carpentier, Federación Internacional, Ginebra, tf: +41 79 213 24 13. Email benoit.carpentier@ifrc.org
