Comunicado de prensa

Organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja: el sector humanitario aúna esfuerzos para enfrentar ‘la amenaza existencial’ del cambio climático

Ginebra, 22 de junio 2021 – El sector humanitario puede desempeñar una función esencial en los esfuerzos para superar las crisis relativas al clima y al medio ambiente que afectan diariamente las vidas y los medios de sustento de las personas en todo el mundo. Ello supone practicar lo que se predica mediante la incorporación en su labor de enfoques racionales desde el punto de vista climático y de medidas ecológicas en sus operaciones.

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Movimiento) invita a todas las organizaciones humanitarias a que firmen la Carta sobre el clima y el medio ambiente para organizaciones humanitarias, adoptada por 25 organizaciones desde su difusión pública hace un mes.

La carta, encaminada a promover un firme sentido de compromiso con respecto a la acción climática por parte de la comunidad humanitaria, está destinada a todas las organizaciones humanitarias, sean grandes o pequeñas. Fue elaborada por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Federación Internacional), con el apoyo de un comité consultivo y en consulta con el sector humanitario. Su propósito es orientar tanto el enfoque del sector humanitario ante los crecientes riesgos derivados del cambio climático como las medidas de este con respecto a su propia huella ambiental y de carbono.

“El cambio climático plantea una amenaza existencial para la humanidad y el sector humanitario en conjunto necesita tomarla muy en serio. Las comunidades afectadas por el clima en diversos lugares del mundo comprenden la magnitud de la amenaza, al igual que la comprenden los voluntarios y miembros del personal de las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que trabajan junto a ellos cada día. Se deben redoblar esfuerzos tanto para reducir los riesgos que pesan sobre las comunidades y ayudarlas a consolidar su capacidad de resiliencia y de adaptación ante los embates del clima, como para velar por que las organizaciones humanitarias reduzcan su respectivo impacto ambiental”, señaló Jagan Chapagain, secretario general de la Federación Internacional.

Las crisis contemporáneas relacionadas con el clima y el medio ambiente inciden en todas las dimensiones de nuestras vidas, ya se trate de la salud física y mental, o de la seguridad alimentaria, hídrica y económica. Si bien las crisis afectan de manera indiscriminada a la población, las comunidades más pobres y marginadas acusan las más graves consecuencias pues, aunque a menudo hayan contribuido escasamente al problema, su capacidad se encuentra ya deteriorada. Y el panorama empeora.

“No hay tiempo que perder. En calidad de comunidad humanitaria, nos incumbe colectivamente la responsabilidad de afianzar nuestros conocimientos y dotarnos de medidas adecuadas para reaccionar ante las crisis relativas al clima y al medio ambiente. Es fundamental que aunemos esfuerzos si deseamos reducir las consecuencias para las personas más vulnerables”, explicó Robert Mardini, director general del CICR.

Existe la urgente necesidad de una transformación radical a fin de prevenir sufrimientos y muertes adicionales. De un análisis realizado por la Federación Internacional[1] se desprende que 97,6 millones de personas se vieron afectadas por desastres relacionados con el clima y fenómenos meteorológicos en 2019. La protección de los derechos y las vidas de las generaciones presentes y futuras depende de las medidas políticas destinadas a reducir las emisiones, detener la degradación ambiental y favorecer la adaptación ante crecientes riesgos.

“La crisis climática tiene repercusiones para la labor humanitaria en todo el mundo y es urgente que respondamos presente e intensifiquemos nuestros esfuerzos colectivos para enfrentar este desafío. Durante la 18ª asamblea general del Consejo Internacional de Organizaciones Voluntarias (ICVA, por sus siglas en inglés) (18th ICVA General Assembly), suscribimos colectivamente la Carta sobre el clima y el medio ambiente para organizaciones humanitarias.  El ICVA alienta a que otras organizaciones firmen y apliquen este documento de manera conjunta, pues en la capacidad de asociación reside nuestra habilidad más estratégica”, declaró Ignacio Packer, director ejecutivo del ICVA.

La Carta sobre el clima y el medio ambiente para organizaciones humanitarias es un documento elaborado por organizaciones humanitarias y destinado a estas, para ayudarlas a que aporten su grano de arena y destaquen la pertinencia de su labor en la intervención ante las crisis climáticas y ambientales.

El Movimiento aspira a recoger numerosas firmas antes del 26º periodo de sesiones de la Conferencia de las Partes (CP26) en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) que tendrá lugar en noviembre de 2021, para dejar sentada la firme determinación de la comunidad humanitaria en cuanto a la intensificación de su intervención ante las crisis relacionadas con el clima y el medio ambiente.

La carta se encuentra abierta a la firma a través de este enlace.

Nota destinada a los editores

La carta está destinada a la comunidad humanitaria y fue elaborada por ésta, con respaldo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Federación Internacional), y un comité consultivo integrado por especialistas en asuntos relacionados con el clima, el medio ambiente y la labor humanitaria. Está orientada por las pruebas científicas más recientes y los objetivos del Acuerdo de París, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, los objetivos de desarrollo sostenible, y demás normas e instrumentos de derecho internacional pertinentes, con inclusión del derecho de los derechos humanos, el derecho internacional humanitario y el derecho ambiental internacional.

Siete compromisos contemplados en la carta 

  1. Fortalecer nuestra respuesta ante las crecientes necesidades humanitarias y ayudar a las personas en la adaptación a los impactos de las crisis climática y ambiental (adaptación, reducción del riesgo de desastres y medidas de anticipación).
  2. Maximizar la sostenibilidad ambiental de nuestra labor y reducir rápidamente nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.
  3. Acoger el liderazgo de los actores y comunidades locales: Nuestra labor estará guiada por el liderazgo y la experiencia de los actores y las comunidades locales.
  4. Aumentar nuestra capacidad de comprender los riesgos climáticos y ambientales, y definir soluciones basadas en la evidencia
  5. Trabajar de manera colaborativa en el sector humanitario y en otros, para fortalecer la acción climática y ambiental.
  6. Usar nuestra influencia para movilizar la acción climática y la protección ambiental urgentes y más ambiciosas
  7. Elaborar objetivos y evaluar nuestro progreso a medida que ponemos en práctica nuestros compromisos

El CICR y la Federación Internacional han establecido sus respectivos objetivos y hojas de ruta para la puesta en práctica de esos compromisos.


[1] Federación Internacional, Informe mundial sobre desastres – Contra calor y marea, edición 2020 (versión completa en inglés).

No dude en solicitar información adicional dirigiéndose a:

Federación Internacional:

Caroline Haga, caroline.haga@ifrc.org, +358 50 598 0500.

CICR:

Aurélie Lachant, alachant@icrc.org, +41 79 244 64 05.