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Perú: “Acá hay mucho encierro”, escritos de mujeres privadas de libertad

Escribir testimonios desde la privación de libertad implica abrir el corazón para transmitir un poco de esa experiencia a otras personas que no conocen de la realidad de quien escribe. A involucrarnos con ese sentir invitan las mujeres identificadas con los seudónimos: ALC95, Ave Fénix, Otra nota atrevida, Andy, Vale, Shorty, Varón, La voz de la calle y La historia de la Pitu.

En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, el pasado martes 10 de octubre, se presentó el libro "Acá hay mucho encierro", que reúne escritos de mujeres privadas de libertad del Establecimiento Penitenciario de Jauja, Perú, penal de máxima seguridad (Régimen Cerrado Especial, en la terminología local) donde se mantiene un régimen de vida que enfatiza la seguridad y disciplina.

Mi peor día de la cárcel fue cuando pisé por la primera vez el penal, y lo vi todo en blanco y negro, como si no tuviera vida...

-Shorty

Esta obra, que contó con la coordinación de Machucabotones, una organización peruana de escritura, y con el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), se realizó con el objetivo de ayudar a las mujeres a salir de su rutina y contar su historia brindándoles herramientas que las ayudaran a expresarse, y así a mantener y mejorar su salud y su actividad intelectual y social.

Ellas cuentan sus experiencias, como testimonio de la resiliencia que han desarrollado desde la privación de su libertad y dando cuenta del impacto de la cárcel en su historia. También reflexionan sobre su vida y sus complejos recorridos antes del encierro.

Foto: Jose Carlos Thissen/CICR

La idea de esta actividad surgió de los retos que aparecían constantemente en torno al tratamiento penitenciario de este grupo vulnerable que tiene muy pocas actividades fuera de las celdas. El proyecto se implementó en el marco del apoyo al Instituto Nacional Penitenciario (INPE) que el CICR ofrece desde 2015, trabajo que ha incluido la formulación de dos normativas especificas: sobre tratamiento penitenciario de las mujeres (2016, actualizado en 2018) y sobre poblaciones de especial protección (2022).

El CICR espera que esta experiencia sirva para impulsar el desarrollo de diversas actividades de tratamiento, con un enfoque diferenciado, tomando en cuenta las condiciones, particularidades y necesidades de las mujeres y otros grupos con necesidades específicas, y buscando cultivar competencias creativas y nuevas habilidades en las personas privadas de libertad que contribuyan a su adecuada reintegración a la sociedad.

En su trabajo para las personas privadas de libertad, el CICR presta especial atención a la situación de las mujeres. Las preocupaciones prioritarias incluyen, entre otras cuestiones, que las detenidas tengan suficiente acceso a prácticas y productos higiénicos; puedan mantener el contacto con sus familiares, con visitas de niñas, niños y otros miembros de la familia; reciban atención adecuada a sus necesidades específicas cuando se trata de mujeres embarazadas y madres recluidas con sus bebés o niños pequeños; y cuenten con una supervisión femenina eficaz de su alojamiento, en particular para prevenir la violencia sexual.