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Preguntas y respuestas: la situación humanitaria en Venezuela

Entrevista a Sophie Orr, Directora Regional para América.

1. ¿Cuál es la situación humanitaria en Venezuela?

La situación es compleja desde hace varios meses, debido a múltiples factores: crisis económica, protestas sociales, servicios básicos deteriorados, flujos de migrantes y altos niveles de violencia. Y, desde enero, se han sumado la crisis política y un mayor nivel de violencia, lo que pone en jaque los frágiles mecanismos y los limitados recursos que la población tiene para seguir adelante. Por ejemplo, los problemas para mantener el sistema de salud en funcionamiento y reparar la infraestructura impactan en las personas más vulnerables y en la población en su conjunto.

Por esta situación, los habitantes siguen yéndose del país. Con frecuencia, el sostén del hogar deja a su familia y emprende un viaje incierto y peligroso con la esperanza de encontrar una forma de subsistir, sea en las zonas fronterizas de Venezuela o en países vecinos. Los que se quedan necesitan mucho apoyo. Los niños abandonan la escuela porque sus mamás no pueden alimentarlos o, simplemente, porque los maestros se han ido. A veces, los menores salen a las calles en un gesto desesperado por sobrevivir, exponiéndose a las peores situaciones.

2. ¿Qué actividades están realizando en el país?

Este año, hemos incrementado la asistencia a las personas necesitadas, sobre todo en los ámbitos de salud y saneamiento. De hecho, hemos más que duplicado nuestro presupuesto, pasando de 9 a 19 millones de francos suizos (igual a dólares estadounidenses).

Seguiremos capacitando al personal de salud en atención de urgencias; además, donamos material a los hospitales y rehabilitamos centros de salud pública. Esperamos poder visitar lugares de detención para prestar apoyo a los detenidos y a las autoridades penitenciarias. Es vital también que trabajemos con las instituciones públicas, ajenos a toda cuestión política, para ayudar a mantener los servicios básicos y garantizar que la población que más lo necesita pueda acceder a acceso a ellos.

El año pasado, prestamos apoyo a varios hospitales; les entregamos insumos médicos, mejoramos sus servicios de atención de urgencias, capacitamos a su personal y lo ayudamos a actualizar sus protocolos. Atendimos a miles de personas enfermas o con heridas de arma, y organizamos capacitaciones en primeros auxilios para los servicios de emergencia.

En cuanto a la migración, que no se detiene, también ofreceremos apoyo a los migrantes más vulnerables durante su trayecto, a quienes se han desplazado a los países vecinos y a las familias que se han quedado en Venezuela.

También seguiremos trabajando con y en apoyo de la Cruz Roja Venezolana y con diferentes actores de la sociedad civil.

3. ¿Cuál es su posición respecto de la distribución de ayuda propuesta para Venezuela? ¿Participarán en ella?

Es importante que llegue más ayuda a los venezolanos que la necesitan. Por ello, el CICR está incrementando su respuesta humanitaria en el país. Nuestra única preocupación es que las personas más afectadas reciban asistencia y de la mejor manera posible.

Estamos dispuestos a llevar ayuda humanitaria a Venezuela siempre y cuando todos los interesados estén de acuerdo con el papel que cumplen el CICR y la Cruz Roja, papel que se basa estrictamente en las necesidades y en una respuesta absolutamente imparcial. Seguiremos trabajando a través de nuestros canales habituales para prestar asistencia conforme a nuestros principios de neutralidad, imparcialidad e independencia. No entraremos en discusiones políticas.

Como sabemos por nuestra experiencia de trabajo en lugares diferentes y muy complejos, la neutralidad que mantiene el CICR da sus frutos, porque permite que nuestros equipos accedan a las personas afectadas y respondan a sus necesidades, recordando a todas las partes que esa es la prioridad.

4. ¿Con quiénes dialogan en Venezuela?

Al igual que en todos los lugares donde trabaja el CICR, estamos en contacto con todas las partes para asegurarnos de construir un entorno propicio para desplegar nuestra acción humanitaria. En Venezuela, nos hemos reunido con todos los actores interesados.

5. ¿Tienen alguna restricción para realizar su acción humanitaria en el país?

Estamos presentes en Venezuela desde 1966 y actualmente podemos realizar nuestras actividades. Prestamos la asistencia necesaria y, este año, hemos duplicado nuestra respuesta, incluido un aumento de la plantilla de personal del CICR. Estamos desplegados en el terreno y tenemos acceso irrestricto a los lugares que hemos identificado para prestar nuestra ayuda humanitaria. Quisiéramos que ese acceso se ampliara a los lugares de detención del país y esperamos que esto suceda pronto.

En todos los lugares donde trabajamos, siempre es importante que las organizaciones humanitarias tengan acceso a las personas que necesitan asistencia.

6. ¿Estamos ante una crisis migratoria en América del Sur?

La situación en Venezuela ha producido más de 3 millones de migrantes, según cifras de la ONU. Más allá de los números, al CICR le preocupa la vulnerabilidad de los migrantes. Una persona o una familia con pocos recursos que emprende un largo viaje a pie por lo general necesita mucho apoyo.

Nos preocupa particularmente la situación de los migrantes que cruzan la frontera con Colombia por rutas irregulares. La presencia de grupos armados significa que los migrantes pueden exponerse a extorsiones, amenazas, violencia o reclutamiento forzado. Las mujeres y los menores no acompañados son especialmente vulnerables, ya que la violencia sexual es un peligro real.

En Venezuela, algunos niños quedan al cuidado de familiares mayores o, simplemente, en una situación de mucha vulnerabilidad. El éxodo también afecta la capacidad local de todos los sectores: maestros, médicos, trabajadores sociales e incluso voluntarios de la Cruz Roja se han ido del país, lo que, a la vez, agrava la situación y dificulta la pronta recuperación.

Este año, aumentamos nuestra respuesta en Colombia en unos 6,4 millones de francos suizos para facilitar el acceso de los migrantes a los servicios médicos, la atención de salud mental y apoyo psicosocial, y la rehabilitación física. El año pasado, más de 100.000 migrantes venezolanos pudieron hablar con sus familiares a través de llamadas telefónicas facilitadas por el CICR en Colombia, Ecuador y Brasil. También abastecimos de agua y saneamiento, reparamos algunos refugios y donamos medicamentos a hospitales de la frontera con Colombia. En Venezuela, el CICR prestó apoyó para la devolución de los restos de venezolanos fallecidos a sus familiares, y ayudó a reunir a familiares. Además, instalamos puestos para ofrecer servicios de restablecimiento del contacto entre familiares en cinco puntos diferentes del trayecto.