¿Qué hace el CICR para reducir las consecuencias de la contaminación por armas?
Las personas padecen los efectos de la contaminación por armas incluso mucho después de finalizado un conflicto: las municiones sin estallar siguen matando y mutilando, y las personas afectadas por agentes químicos continúan sufriendo. La contaminación por armas incluye la presencia de minas, restos de explosivos de guerra (REG) y otras fuentes de contaminación, incluida la emisión deliberada o accidental de peligrosos agentes químicos, biológicos, radiológicos y nucleares (QBRN).
Este fenómeno priva a poblaciones enteras de acceder a bienes y servicios esenciales —agua potable, leña, tierras de cultivo, atención médica, educación—, y a medios de subsistencia e infraestructuras esenciales, como plantas de tratamiento de agua u hospitales. Dificulta las tareas de socorro, lo que priva a las personas de recibir ayuda humanitaria y agrava los problemas humanitarios.
Labor del CICR para reducir los efectos de la contaminación por armas en la población civil
La prevención de accidentes y la reducción de los efectos de la contaminación por armas van de la mano con las actividades destinadas a ayudar a quienes han sido víctimas de la contaminación por armas. Esas actividades se realizan en el marco de programas de descontaminación prehospitalaria, rehabilitación física, cirugía y seguridad económica.
El CICR se esfuerza por mitigar los efectos de la contaminación por armas en la población a través de un enfoque flexible y multidisciplinario. En especial, desempeña esa labor mediante iniciativas tendientes a reducir la exposición de la población civil a peligros convencionales y no convencionales. Esas iniciativas consisten en concienciar sobre los riesgos, promover un comportamiento seguro y realizar otras actividades de reducción de riesgos.
La tarea que el CICR lleva adelante exactamente para prevenir accidentes y disminuir los efectos de la contaminación por armas depende del contexto, pero nuestra labor en general consiste en una combinación de lo siguiente:
- gestión de la información;
- concienciación sobre riesgos y promoción de un comportamiento seguro;
- reducción de riesgos (mediante la movilización de otras capacidades de asistencia o protección del CICR);
- detección y remoción.
Gestión de la información
La gestión de la información consiste en recopilar, evaluar, analizar, clasificar y divulgar datos relativos a la contaminación por armas y a los materiales QBRN. Esos datos –que indican el tipo de contaminación y su emplazamiento, la fecha y el número de incidentes, los perfiles de las víctimas y los tipos de comportamientos que están en riesgo– ayudan a las partes interesadas a identificar zonas peligrosas y a planificar/priorizar actividades a fin de reducir al mínimo las posibilidades de incidentes futuros.
En la medida de lo posible, esas actividades se realizan junto con autoridades nacionales, ONG o Sociedades Nacionales de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja. Gracias a su presencia en casi todos los países y a sus amplias redes locales, las Sociedades Nacionales suelen estar en las mejores condiciones para recopilar información.
El CICR colabora con las Sociedades Nacionales o con las autoridades nacionales encargadas de las actividades relativas a las minas para que desarrollen sus capacidades y garanticen que las actividades relacionadas con la gestión de la información se realicen conforme a las normas internacionales. A tales efectos, el CICR participa en el desarrollo de herramientas para recopilar, almacenar y analizar datos, como el Sistema de Gestión de la Información para Actividades Relativas a las Minas y las Normas Internacionales para las Actividades relativas a las Minas. Asimismo, puede colaborar con las Sociedades Nacionales a la hora de recopilar datos y proporcionar información vital para los actores que forman parte de la comunidad de actividades relativas a las minas en su conjunto, para que estos puedan priorizar, diseñar o adaptar sus actividades.
Concienciación sobre riesgos y comportamiento seguro
La identificación de patrones de comportamiento que exponen a las personas a los efectos de la contaminación por armas, junto con la elaboración y la promoción de un conjunto de medidas destinadas a reducir esa exposición, requieren trabajar con las comunidades afectadas por minas/REG o por agentes QBRN. El CICR realiza sesiones de concienciación sobre riesgos y comportamiento seguro, establece nexos entre comunidades en riesgo y operadores de desminado, y promueve las disposiciones del derecho internacional humanitario relativas al empleo de armas. Las sesiones de difusión, en su carácter de actividades independientes, se realizan únicamente durante situaciones de emergencia, cuando los datos son insuficientes y los riesgos son inminentes. Estas sesiones suelen ser más efectivas en las situaciones inmediatamente posteriores a conflictos, cuando las personas desplazadas tienden a regresar a sus hogares de inmediato y las cifras de víctimas alcanzan los niveles más elevados.
En las demás situaciones, las actividades para concienciar sobre los riesgos y promover un comportamiento seguro son de naturaleza comunitaria y están asociadas a la reducción de riesgos y a la descontaminación. Para definir las mejores maneras de optimizar la concienciación, se deben tener en cuenta factores culturales y sociales, la naturaleza de la amenaza y la identificación de las personas más expuestas a riesgos. Se ha determinado que la forma más efectiva de intercambiar información es a través de un enfoque interactivo y comunitario.
Las Sociedades Nacionales ocupan un lugar estratégico e inigualable a la hora no solo de ayudar a las personas afectadas por la contaminación por armas, sino de brindar ayuda de manera oportuna y apropiada. Esto se debe a que cuentan con redes locales y conocen el contexto en el que despliegan sus actividades. El CICR procura cooperar estrechamente las Sociedades Nacionales siempre que se sea posible.
Reducción de riesgos
En los países azotados por conflictos, las personas a menudo tienen que atravesar zonas contaminadas por minas/REG o por agentes QBRN para poder cultivar, recoger agua y leña o pastorear. Hasta que se eliminen esos peligros, los incidentes pueden reducirse mediante alternativas más seguras que suelen implementarse en coordinación con —o en el marco de— los programas de seguridad económica y agua y hábitat del CICR. Por ejemplo, con el propósito de reducir al mínimo la necesidad de las personas de transitar por zonas contaminadas para poder llevar adelante sus actividades cotidianas o de ganarse el sustento, el CICR delimita zonas seguras, establece o proporciona fuentes alternativas de combustible y de agua, y extiende micropréstamos u otorga subsidios para pequeños negocios.
Detección y remoción
El CICR tiene la capacidad de realizar tareas de detección y remoción en áreas contaminadas por agentes convencionales y por QBRN. Participará en dichas actividades siempre que estén reunidas ciertas condiciones y se prevea un valor agregado específico, como sucede cuando el CICR es el único que tiene acceso a una zona determinada donde la contaminación por armas tiene consecuencias humanitarias en comunidades cercanas. Por ejemplo, cuando hay minas/REG que obstaculizan el acceso seguro a una infraestructura esencial o impiden que el CICR o sus socios realicen tareas humanitarias, el CICR puede movilizar especialistas en remoción de artefactos explosivos, como parte de sus equipos de respuesta. En otras situaciones, el CICR intentará movilizar a terceras partes que tengan la capacidad de realizar esas tareas de conformidad con las Normas Internacionales para las Actividades relativas a las Minas.
El CICR puede brindar asistencia técnica o de otra índole a los Estados, aunque no participa en proyectos de remoción a largo plazo. En este sentido, desde 2015, el CICR también consolida sus conocimientos en el ámbito de asistencia médica, lo que incluye el desarrollo de capacitación y paquetes de insumos especializados para los equipos médicos de urgencias compatibles con las operaciones de remoción.
