Un refugiado de Burundi en el campamento de Lusenda, donde 14.000 personas han buscado refugio, escribe un mensaje de Cruz Roja (mensajes breves escritos a mano que contienen noticias de la familia) para sus familiares.
Un refugiado de Burundi en el campamento de Lusenda, donde 14.000 personas han buscado refugio, escribe un mensaje de Cruz Roja (mensajes breves escritos a mano que contienen noticias de la familia) para sus familiares.
Un refugiado presenta una solicitud de búsqueda de sus familiares. El CICR trabaja con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja en República Democrática del Congo, Burundi, Ruanda y Tanzania para ayudar a las personas afectadas a encontrar a sus seres queridos.
“Cuando las personas tienen el número de teléfono de sus familiares, les damos la oportunidad de llamarlos. Pero, muchas veces, tras varios meses de huida, los teléfonos y los números se pierden. En esos casos, tomamos toda la información que pueda ayudarnos a empezar a buscar a familiares desaparecidos.”</h2>Un voluntario de la Cruz Roja de la República Democrática del Congo marca el número para que estos refugiados puedan ponerse en contacto con el resto de su familia.
Un refugiado llama a sus familiares para decirles cómo está.
Un voluntario entrega mensajes de Cruz Roja en el campamento.
Varios refugiados leen las respuestas de sus familiares a los mensajes de Cruz Roja que ellos enviaron.
Varios refugiados reciben las respuestas de sus familiares a los mensajes de Cruz Roja que ellos enviaron. Para algunos, esta es la única forma de mantener el contacto con sus seres queridos.
A raíz de la crisis en Burundi, miles de personas huyeron a las vecinas Ruanda, Tanzania y República Democrática del Congo (RDC). En la convulsión, muchas personas han perdido el rastro de sus seres queridos y están desesperadas por saber qué les ha sucedido. En esas circunstancias difíciles, numerosos niños se han quedado sin la protección de sus padres en el momento en el que más la necesitan. Alrededor de 14.000 refugiados procedentes de Burundi viven actualmente en el campamento de Lusenda, provincia de Kivu Sur, en el este de RDC. El CICR y la Sociedad Nacional de la Cruz Roja trabajan en el campamento para ayudar a las personas que deseen buscar a sus seres queridos y ponerse en contacto con ellos.