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República Democrática del Congo: cuando los cirujanos de guerra salvan a personas civiles

Aline Manda, de 31 años de edad y madre de seis hijos, resultó herida por tres balas y fragmentos de granada durante un ataque al autobús en el que viajaba. Debieron realizarle cirugía de urgencia y, pese a algunas complicaciones posteriores, actualmente lleva una vida normal. Los enfrentamientos entre grupos armados son habituales en Kivu Sur, su provincia natal.

En una mañana como cualquier otra, Aline se dirigía a Uvira a comprar pescado para revenderlo en el mercado de Mulongwe. Pero, ese fatídico día, un grupo de hombres armados atacó el autobús en el que viajaba. "Empezaron a disparar contra nosotros", dijo. "Me alcanzaron tres balas: dos en el vientre y una en el brazo derecho". Tras desvalijar el autobús, los atacantes lanzaron una granada, y Aline también resultó herida por la explosión.

Este tipo de incidentes son habituales en la provincia de Kivu Sur, en el este de la República Democrática del Congo (RDC). Todos los días, personas civiles se ven atrapadas en el fuego cruzado entre grupos armados y fuerzas militares regulares.

Mantenerse con vida

Aline sobrevivió gracias a los transeúntes que la llevaron al hospital general de Uvira. "Apenas respiraba cuando llegué allí. Había perdido mucha sangre porque el viaje fue muy difícil", dijo. Luego de dos operaciones, su estado general se estabilizó, pero sus lesiones eran tan graves que necesitaba una atención más especializada.

El hospital solicitó al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que trasladara a Aline al hospital general de Bukavu, especializado en el tratamiento de heridas de guerra. Gracias a la formación impartida por los cirujanos de guerra del CICR, el personal local de Bukavu cuenta con los conocimientos necesarios y ya no necesita la ayuda directa del CICR.

La ambulancia del CICR tardó siete horas en llegar a Bukavu. "Debido a problemas logísticos y de seguridad, a menudo tenemos que desviarnos, incluso a través de la frontera con Ruanda", explicó Yalala Sango, voluntaria de la Cruz Roja de la RDC que ayuda en los traslados de pacientes en Kivu Sur.

Aprender a caminar de nuevo

En Bukavu, Aline se sometió a más cirugías para extraerle las balas y los fragmentos de granada que aún tenía en el cuerpo. "Entré en el quirófano un martes por la mañana y no me desperté hasta el mediodía del domingo", cuenta. "No podía comer. Sentía que me asfixiaba cuando intentaba hablar". Le pusieron un respirador como sostén de sus debilitados pulmones.

Con el tiempo, las heridas de Aline empezaron a sanar. Una vez que estuvo lo suficientemente fuerte, pasó a la etapa siguiente: terapia física para superar la parálisis temporal de su lado derecho, causada por las heridas de bala. También recibió apoyo psicosocial.

Luego de cuatro semanas en el hospital de Bukavu, Aline fue trasladada al hospital general de Uvira para el resto de su tratamiento. Los médicos le recomendaron que guardara reposo tras recibir el alta, pero Aline no tenía otra opción: debía cuidar de sus seis hijos, que se habían quedado en casa de unos vecinos mientras ella estaba fuera.

"Volví a hacer las tareas de la casa, y eso me causó graves complicaciones. Mis heridas incluso empezaron a sangrar de nuevo", dijo Aline.

Aline tuvo que volver al hospital de Uvira y, una vez más, fue trasladada a Bukavu. En total, se necesitaron cuatro cirugías, dos meses de hospitalización y cuatro meses de atención ambulatoria antes de que recuperara el uso completo de sus brazos y piernas.

Volver a trabajar

Aline se esforzó por volver a poner en marcha su negocio después de tanto tiempo de ausencia. Para alimentar a sus hijos, explicó, tenía que pedir dinero prestado para comprar la mercadería que luego revendía y, así, poder devolver el préstamo más los intereses.

El CICR decidió que Aline necesitaba apoyo financiero a corto plazo. "Conseguí suficiente dinero para llevar adelante mi negocio y pagar mis deudas. Ahora puedo utilizar mi propio capital", dijo.

El apoyo a corto plazo condujo al éxito a largo plazo: Aline vuelve a vender pescado a tiempo completo en el mercado de Mulongwe.

En la provincia de Kivu Sur, el CICR provee, sin cargo, servicios de cirugía de guerra.

Prestamos apoyo a establecimientos de salud para que puedan recibir y estabilizar a pacientes que resultaron heridos por armas de fuego. También trasladamos a pacientes al hospital general de Bukavu, donde supervisamos el programa de cirugía de guerra. El CICR asistió allí a 215 pacientes en el primer semestre de 2021.