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Reunir a familias de refugiados separados por el conflicto y la burocracia

Tras una separación de cuatro meses, Omar, de un año de edad oriundo de Alepo, Siria, se reunió con sus padres refugiados en Inglaterra, gracias a los esfuerzos conjuntos de la Cruz Roja Británica y de la delegación del CICR en Beirut.

Se pueden perder o dejar muchas cosas atrás cuando, en medio del caos provocado por el conflicto y la violencia, las personas huyen en búsqueda de seguridad. Los hogares, los objetos preciados y el contacto con los seres queridos son, en general, lo que más extrañan quienes se vieron forzados a desplazarse. Pero también quedan a la deriva documentos indispensables, como certificados de nacimiento, pasaportes y demás documentación oficial que permite que los refugiados, los solicitantes de asilo y otros migrantes, puedan atravesar fronteras, reasentarse y buscar ayuda en otros países. Cuando los hogares y los establecimientos oficiales se ven reducidos a escombros y se tiene muy poco tiempo para huir, los documentos importantes a menudo se arruinan o quedan atrás, lo que para los desplazados implica graves problemas cuando deben demostrar su condición legal, lograr su reasentamiento y acceder a los diversos servicios.

En todo el mundo, el CICR ayuda a los refugiados y a personas desplazadas o apátridas que carecen de la necesaria documentación de viaje y por ello se ven impedidos de regresar a sus países de origen o residencia, o de ingresar a un país dispuesto a recibirlos.

Ese fue el caso de Omar, de un año de edad oriundo del pueblo sirio de Alepo, hoy bajo sitio, que llegó al Reino Unido desde Líbano esta semana, tras quedar separado de sus padres y de sus tres hermanos durante casi cuatro meses. Su padre huyó de Alepo con su esposa, por entonces embarazada de Omar, y sus tres hijos. A comienzos de año había podido obtener una visa de reunificación familiar para traer a su esposa e hijos a Cardiff, Gales. Pero un error en el pasaporte del pequeño Omar, que indicaba que su lugar de nacimiento era Damasco, la capital siria, impidió que el bebé abordara el avión.

"Tenía solo ocho meses cuando lo dejamos, ni siquiera se alimentaba con sólidos", explicó su madre. "Las autoridades en Líbano me advirtieron que si no salía del país en ese momento, ya no me permitirían venir al Reino Unido. Dijeron que era mi única oportunidad. Me sentí amenazada. Tengo una hija con síndrome de Down que necesita muchos cuidados. Sentí que no podía separarme de ella, ni de mis otros hijos. Tuve que decidir en el momento. Cualquiera de las alternativas implicaba un terrible sacrificio. Me siento realmente mal por haber dejado al bebé, pero no tuve más remedio."

Al recibir la información sobre de la desesperante situación, la Cruz Roja Británica se puso en contacto con la delegación del CICR en Beirut y le solicitó ayuda para superar los obstáculos burocráticos que impedían que Omar se reuniera con sus padres.

"Miles de refugiados que huyeron hacia Líbano carecen de documentos de viaje válidos, y la mayoría no puede regresar a sus hogares a buscarlos", explica Christine Rechdane, jefa de la Unidad de Búsquedas del CICR en Beirut.

"El CICR tiene mucha experiencia en facilitar el traslado de refugiados en Líbano, ya sea emitiendo documentos de viaje o hablando con las autoridades del Gobierno", agrega Rechdane. "Tras recibir el llamado de la Cruz Roja Británica, comenzamos de inmediato las tratativas con las autoridades para garantizar que Omar recibiera un visado de salida y pudiera reunirse con sus padres lo antes posible. El pueblo sirio se ve sometido a dificultades y a una presión inimaginables; es imprescindible que las familias que escapan de la guerra permanezcan juntas."

Durante los últimos dos años, el CICR en Líbano ha ayudado de diversas maneras a los refugiados que se trasladan al Reino Unido. Una de ellas es mediante la emisión de documentos de viaje del CICR, de reconocimiento internacional, cuando la falta de pasaporte u otro documento impide el reasentamiento o la reunificación familiar. "Determinados países, como por ejemplo el Reino Unido, emiten su propio documento especial de viaje y no necesitan el del CICR. Pero también en esos casos, la Institución ayuda a los refugiados con los trámites administrativos y a lograr la autorización del visado de salida por parte de las autoridades libanesas", continúa Rechdane.

Esta semana, el esfuerzo conjunto por fin rindió frutos, con el arribo de Omar a Inglaterra. "Estaba tremendamente ansioso por volver a verlo", dijo el padre de Mousa tras el encuentro con su hijo en el aeropuerto londinense de Heathrow." Sentía escalofríos de puro nervios. Tenía mucho temor de que no me reconociese, pero enseguida sonrió al verme. No tengo palabras para describir mi alegría por tenerlo nuevamente conmigo, a tiempo para su primer cumpleaños."