Comunicado de prensa

Se eleva el riesgo de malnutrición en zonas de conflicto ante la rápida subida en el precio de los alimentos

Declaración de Dominik Stillhart, director de Actividades Operacionales del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), acerca de la grave situación de quienes pasan hambre en muchos de los países en los que realiza su labor el CICR.

Por todo el mundo, hay muchas familias que no disponen de alimentos suficientes para sus hijos, una triste realidad en varios de los lugares donde realizamos nuestras actividades. Según datos que ha recogido el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), el precio de los alimentos aumentó más del doble en el último año en Siria y Sudán, al tiempo que subió un 50 % en Etiopía y Yemen, todos países muy golpeados por los efectos de la violencia y los conflictos armados.

Las hostilidades provocan la alteración de las cadenas de suministro y el cierre de los mercados, con lo cual se ve afectado el acceso a alimentos, combustible, medicamentos y otros bienes esenciales. Desde el CICR, procuramos siempre recordar a las partes en conflicto que el derecho internacional humanitario (DIH) establece de manera expresa que los beligerantes deben asegurarse de que las poblaciones bajo su control puedan satisfacer sus necesidades básicas, entre otras, disponer de alimentos suficientes.

El acceso a la atención de salud también representa una enorme dificultad en un conflicto armado. Las personas enfermas o que han resultado heridas a raíz de los enfrentamientos deben poder acceder a servicios médicos.


La combinación entre la gran escasez de alimentos y el acceso limitado a la salud conduce a un camino de malnutrición aguda, sobre todo en el caso de los más pequeños y las mujeres embarazadas y lactantes. La muerte por malnutrición puede evitarse si se actúa a tiempo.

A principios de mes, fui testigo directo de los efectos de los conflictos armados para estas familias. En un viaje a Somalia, un país que sufrió una grave hambruna en 1992, cuando yo daba mis primeros pasos en la institución, pude constatar que la malnutrición sigue siendo endémica en muchos lugares. Es sumamente angustiante ver que los niños no ingieren alimentos suficientes mientras sus padres se esfuerzan día a día por llevar un plato de comida a la mesa.

El respeto del derecho internacional humanitario promueve la seguridad alimentaria. El DIH protege los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil, incluidos los cultivos, el ganado, las instalaciones y el suministro de agua. También regula el uso de determinadas armas, como minas antipersonal, que pueden dificultar la producción agrícola.

En distintas regiones de Etiopía, muchas personas informan que solo les alcanza el dinero para una comida al día, cuya calidad no es buena. Los precios de los alimentos aumentan al tiempo que los medios de subsistencia de muchos se ven sumamente alterados.

Más de siete años de conflicto en Yemen han acabado con los bienes y ahorros de millones de familias en todo el país, que se han visto obligadas a reducir su consumo alimentario de manera considerable. Hoy en día, en ese país, más de 16 millones de personas no consiguen alimentos o no pueden pagarlos, un número tan estremecedor que resulta difícil de imaginar. Asimismo, más de 3,2 millones de niños y mujeres padecen de malnutrición aguda.

En el norte de Burkina Faso, vemos familias que huyen de la región, no por el conflicto, sino en busca de alimentos, por lo cual tememos que en algunas de esas zonas la escasez sea muy grave. Este año, las catastróficas inundaciones que azotaron Sudán del Sur expusieron a la población al riesgo de sufrir muchísima hambre.

Las familias castigadas por los efectos de los conflictos armados quieren seguridad para los suyos. Quieren poder acceder a la atención médica cuando lo necesiten y a los alimentos adecuados para llevar a su mesa. El CICR realiza actividades en muchas zonas de conflicto para ayudar a los residentes a que se autoabastezcan mediante la entrega de semillas y la atención veterinaria para el ganado.

¿Qué se puede hacer?

El CICR insta a todas las partes en conflicto a respetar y promover el respeto del DIH a fin de garantizar la seguridad alimentaria y prevenir el hambre.

También debemos reconocer y atender la vulnerabilidad ante la inseguridad alimentaria y la malnutrición de grupos específicos, como niños menores de cinco años. Por otra parte, debemos invertir todos en acciones tempranas y de anticipación para aumentar la seguridad alimentaria en zonas de conflicto poniendo el énfasis en factores de alteración y de riesgo en todo el sistema alimentario.

Más información:
Florian Seriex , CICR, Ginebra, fseriex@icrc.org,Tel.: +41 79 574 06 36