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Siria: La doctora que no abandonará la zona de guerra

Maissam Hamoui vive con su familia en Alepo. La guerra es parte de la vida cotidiana de la familia desde hace más de cuatro años.

"Podría haber conseguido un buen puesto en Francia donde viven mis dos hermanos, pero tengo que quedarme porque es aquí que puedo aportar una diferencia", sostiene.

Siendo anestesista y voluntaria de la Media Luna Roja, la doctora Hamoui vive a diario la tragedia del conflicto armado. "La peor experiencia que tuve fue cuando una bebita resultó herida en un bombardeo; tenía apenas un mes y era así de chiquita", cuenta mostrando su tamaño con las manos. "Estaba realmente muy mal; mientras la preparaba para la operación, sabía que tal vez le quedaban minutos de vida, pero a pesar de mi impresión, ella luchaba. Pensar en ella me da fuerzas, si ella podía luchar, yo también."

Cuando se quita la bata de médico, Maissam se pone el uniforme de voluntaria de la Media Luna Roja y dirige el equipo de agua y saneamiento. El agua escasea y está ocupada, pero en el marco de su labor se llegó a más de 317.000 personas de Alepo.

Maissam Hamoui sabe que su fortaleza de espíritu ante la adversidad puede sorprender fuera de Siria, pero dice estar agradecida por la buena labor que puede llevar a cabo en una ciudad que la necesita. "Antes de la guerra, pensaba ser delegada de la Media Luna Roja en África, pero ahora es en Siria donde la gente necesita mi ayuda. Tengo que quedarme en Alepo," afirma y añade.

Relato de Lene Vendelbo, Cruz Roja Danesa