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Sudán del Sur: un hombre armado enfurece y causa terror en un hospital

Un hombre irrumpe en el quirófano. Está furioso y porta un arma. Su esposa acababa de morir mientras daba a luz, a pesar de todos los esfuerzos que hicieron por salvarle la vida. El hombre alza el arma y comienza a disparar.

Rita Dominic Kiyawa cuenta lo que le tocó vivir como si hubiese sucedido ayer, aunque ya pasaron cuatro años desde que se produjo el ataque contra el Hospital Universitario de Wau, donde trabajaba como enfermera desde 1989. Le gusta su trabajo, pero después de haber presenciado un ataque en el que podría haber perdido la vida, estuvo a punto de abandonar su profesión, aquella para la que siente que ha nacido.

Rita recuerda el rostro del hombre —mezcla de dolor y de furia— que vio aquel día de mayo de 2013. Era el esposo de una mujer embarazada que acababa de morir. El hombre aseguraba que el personal del hospital había matado a su esposa y al nonato de ambos, y quería vengarse.

Los ataques contra los establecimientos de salud añaden más presión a un ya debilitado sistema sanitario de Sudán del Sur, lo que, a la larga, priva a las comunidades del acceso a la asistencia de salud. CC BY-NC-ND / CICR / Mari Aftret Mortvedt

"La mujer estaba sangrando y llegó al hospital demasiado tarde para que la salvaran", explica Rita. Pero el esposo no creyó lo que los médicos le dijeron.

Disparó y mató a un médico auxiliar e hirió a otras dos personas. "Cada vez que muere un paciente, tememos por lo que pueda suceder. Sentimos miedo porque las personas podrían pensar que matamos al paciente", afirma.

Esta clase de peligro es la cruda realidad que enfrentan los trabajadores sanitarios en todo Sudán del Sur. Los numerosos ataques que sufren los establecimientos de salud añaden más presión a un sistema sanitario que ya está debilitado. Los ataques contra los establecimientos de salud terminan perjudicando, a la larga, a los millones de residentes que tienen acceso limitado a la asistencia de salud.

"Los ataques contra los establecimientos de salud están absolutamente prohibidos. Nadie debería temer por su seguridad mientras esté dentro de un hospital. Los centros médicos no deberían ser campos de batalla, sino refugios donde se salven vidas", sostiene Peter Maurer, presidente del CICR, quien hace poco visitó el hospital.

Peter Maurer, presidente del CICR, comparte unos momentos con madre e hijo en el Hospital Universitario de Wau, en Sudán del Sur. CC BY-NC-ND / CICR / Mari Aftret Mortvedt

En respuesta a los constantes enfrentamientos dentro de Wau y en sus alrededores, el CICR envió un equipo quirúrgico móvil integrado por cinco personas para ayudar a responder a las necesidades médicas en el Hospital Universitario de Wau. El objetivo es atender tanto las emergencias quirúrgicas como los casos de heridos por arma y, a la vez, posibilitar el fortalecimiento de la capacidad del personal local y de estudiantes. El CICR también implementó numerosas medidas para mejorar la seguridad pasiva dentro del hospital y en sus alrededores, que incluyen, por un lado, una política estricta por la que se prohíbe el uso de armas y, por el otro, la presencia de guardias civiles que no porten armas.

El Hospital Universitario de Wau es uno de los dos únicos hospitales universitarios que funcionan en Sudán del Sur y es el centro médico que recibe pacientes derivados de numerosos centros de atención primaria de la salud ubicados en la región.

"Antes de que el CICR comenzara a trabajar con este hospital, los pacientes con heridas por arma a veces debían ser evacuados a Yuba. La atención médica podía demorarse a causa del viaje, lo que podía tener consecuencias negativas para los pacientes", expresó Barbara Turnbull, jefa del equipo quirúrgico del CICR en Wau.

El CICR renovó el quirófano y mejoró el acceso al agua del Hospital Universitario de Wau. En abril, un equipo quirúrgico móvil comenzó a realizar operaciones a pacientes con heridas de guerra y en casos que requerían intervenciones quirúrgicas de emergencia, todos ellos provenientes de diferentes puntos de la región. CC BY-NC-ND / CICR / Mari Aftret Mortvedt

Además de contribuir con personal médico, el CICR renovó el quirófano y mejoró el acceso al agua. "También, estamos proyectando renovar los pabellones en lo referido a electricidad y agua corriente. Una prioridad clave para todo hospital es preservar las condiciones de higiene, de modo que estas mejoras son muy importantes", explica Turnbull.

En la actualidad, el CICR también brinda apoyo a los establecimientos de salud de Sudán del Sur para asistir a las personas heridas o enfermas que se encuentran en las zonas controladas por la oposición.

Hechos:

  • El CICR comenzó a renovar el Hospital Universitario de Wau en febrero de 2017 e instaló un equipo quirúrgico móvil en abril de 2017.
  • El equipo quirúrgico móvil está formado por un cirujano, un enfermero de quirófano, un enfermero jefe, un anestesista y un jefe del equipo quirúrgico, además de colegas locales.
  • El Hospital Universitario de Wau cuenta con cuatrocientas camas. El CICR aportó sesenta camas para pacientes con heridas por arma e intervenciones quirúrgicas de emergencia.