Comunicado de prensa

Ucrania: la población civil y las estructuras civiles ante la amenaza simultánea del aumento de las hostilidades y la pandemia de COVID-19

Ginebra / Kiev (CICR) – Si bien se están aplicando medidas para contener la propagación de COVID-19, el aumento de las hostilidades dificulta la vida de las personas que viven a lo largo de la línea de contacto en Ucrania, particularmente de las personas mayores.

La región aledaña a Donbás entra en su séptimo año de conflicto. Si bien, en años anteriores, las hostilidades y el número de víctimas civiles habían disminuido, este año la dinámica del conflicto se ha deteriorado, y más de 20 civiles han resultado muertos o heridos. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) trabaja para mitigar los efectos de los enfrentamientos y el impacto de las medidas necesarias para contener la propagación de COVID-19. De todos modos, para las comunidades y las personas aisladas, sigue siendo muy difícil hacer frente a esta situación.

"En las zonas afectadas por el conflicto, como Donbás, en el este de Ucrania, el brote de COVID-19 añade verdaderas complicaciones a las circunstancias de por sí difíciles en las que vive la población civil", dijo Florence Gillete, jefa de la delegación del CICR en Ucrania. "Para las personas mayores y las personas con discapacidad en particular, la pérdida del contacto físico, familiar y social significa mayor aislamiento, lo que repercute gravemente en su salud mental y puede acarrear la pérdida del acceso a alimentos, medicamentos y otros recursos sociales."

La intensificación de las hostilidades que el CICR ha observado a lo largo de las últimas semanas también afecta los servicios y las instituciones. En tiempos de COVID-19, el agua limpia es más esencial que nunca para la vida y la higiene diarias. El sistema de suministro de agua de Donbás está cerca de la línea de contacto y abastece a ambas partes. Todas las partes deben tomar las medidas necesarias para que el personal que mantiene este sistema pueda hacerlo en condiciones de seguridad, para que su trabajo sea facilitado y para que se adopten todas las medidas de precaución que exige el derecho internacional humanitario a fin de que el sistema de suministro de agua no sea atacado directamente o afectado como daño colateral. Un solo ataque contra las instalaciones de suministro de agua podría ser fatal para los varios millones de personas que viven en esa zona. También es importante que las medidas de prevención de la COVID-19 tomen en cuenta la importancia de mantener los servicios esenciales, como el de abastecimiento de agua.

El CICR recuerda a todos los portadores de armas que deben respetar, en todo momento, los principios de distinción y proporcionalidad establecidos por el derecho internacional humanitario, así como adoptar todas las medidas de precaución posibles para preservar a los civiles y a la infraestructura esencial, mientras participan en hostilidades armadas. En un momento en que las comunidades y las autoridades deben hacer frente a una pandemia mundial, el CICR también pide a todas las partes que consideren, cuando planifican y conducen las hostilidades, el imperativo de salud pública a fin de garantizar un acceso oportuno a la atención médica, la higiene y los servicios básicos para todos, incluidas las comunidades que viven en la zona de conflicto de Donbás.

A fin de asistir a las personas necesitadas, el CICR envió recientemente material médico y farmacéutico de Ginebra a Kiev, con el apoyo del gobierno ucraniano, para atender casos de COVID-19 en Donbás. Esta ayuda se suma al envío de 18 camiones con alimentos, artículos de higiene e insumos médicos para el tratamiento de enfermedades crónicas distribuidos a ambos lados de la línea de contacto el mes pasado, entre más de 24.000 personas de ambas partes. Los equipos del CICR están tomando medidas de prevención para reducir al mínimo los contactos con las personas que reciben la asistencia; por ejemplo, cuando es posible, dejan los paquetes con la ayuda en las puertas de las casas, para ayudar a prevenir el brote del virus.

El CICR también difunde información sobre distanciamiento físico, lavado de manos e higiene, y entrega a centros de atención primaria de la salud equipos de protección personal para sus trabajadores, como mascarillas para cirugía, guantes, jabón y alcohol para manos. Además, apoya a varios hospitales de referencia para COVID-19, a los que ha entregado insumos médicos y, cuando ha sido necesario, ha instalado un sistema de respaldo para garantizar el suministro las 24 horas del día de agua y electricidad, que son esenciales para atender casos críticos.

El CICR ha prestado apoyo a lugares de detención, mediante la entrega de equipos de protección personal para su personal de salud; además, ha entregado 7.400 paquetes con artículos de higiene y limpieza a 28 centros de detención preventiva en el territorio controlado por el gobierno. En coordinación con la Cruz Roja Ucraniana, ha distribuido material con información sobre prevención y jabón a 121 cárceles y lugares de detención que dependen del Ministerio de Justicia en todas las divisiones administrativas, conocidos como "oblasts".

Mientras tanto, el 16 de abril, el CICR, en su papel de intermediario neutral, participó en la liberación simultánea de 38 personas que estaban detenidas, algunas por el gobierno de Ucrania, otras por representantes de las zonas de Donbás que no controla el gobierno. El CICR se aseguró de que los detenidos quisieran participar de esa operación y también les entregó alimentos y artículos de higiene de primera necesidad.

Para más información:

Sanela Bajrambasic, CICR Kiev, tel.: +380 952 628 049 o sbajrambasic@icrc.org
Jason Straziuso, CICR Ginebra, tel.: +41 79 949 35 12