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Una oportunidad para reducir el sufrimiento humano: el CICR y la Cumbre Humanitaria Mundial

La Cumbre Humanitaria Mundial que tendrá lugar los días 23 y 24 de mayo de 2016 en Estambul convoca, por primera vez en la historia, a todos los actores humanitarios para examinar y redefinir la ayuda humanitaria para los años por venir. El Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO) auspicia en su blog una serie de artículos dedicados a los desafíos humanitarios de nuestro tiempo, en vista de la proximidad de la Cumbre y de los debates que se celebrarán en esa ocasión. La serie incluye testimonios, opiniones de participantes invitados y análisis de humanitarios de todo el mundo, organizaciones asociadas, expertos, académicos y representantes de la UE, que reflexionan acerca de la eficiencia y eficacia de la acción humanitaria en base a sus experiencias personales.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) considera que la próxima Cumbre Humanitaria Mundial es una oportunidad para impulsar a la comunidad mundial a hacer frente al sufrimientos humano, que hoy alcanza proporciones inéditas. El CICR ha contribuido activamente al proceso de consultas previo a la Cumbre. Hace algunos días, el Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja adoptó un Mensaje a la Cumbre Humanitaria Mundial. Se presentan a continuación los cuatro aspectos de la labor humanitaria en conflictos armados que el CICR considera prioritarios.

En primer lugar, los conflictos armados causan sufrimientos indecibles y afectan no sólo los cuerpos de las personas sino también sus mentes. Instamos a que el fortalecimiento del respeto del derecho internacional humanitario sea el punto de partida de la Cumbre Humanitaria Mundial. Es la mejor forma de asegurar la máxima protección para todas las personas afectadas por conflictos armados.

En segundo lugar, de conformidad con el derecho humanitario, incumbe a las partes en los conflictos –se trate de Estados o de grupos armados no estatales– la responsabilidad principal de proteger y cuidar a las personas que se hallan bajo su control. Por este motivo, instamos a la Cumbre Humanitaria Mundial a que reafirme la obligación jurídica de que los Estados y los grupos armados no estatales protejan y ayuden a las personas afectadas por conflictos, tanto proporcionándoles asistencia imparcial por su propia cuenta como permitiendo que lo hagan las organizaciones humanitarias internacionales.

En tercer lugar, millones de personas han soportado las consecuencias de conflictos armados durante gran parte de sus vidas. Por esa razón, esperamos que la Cumbre Humanitaria Mundial reconozca que es preciso cambiar la forma de financiar la labor humanitaria, para que pueda adecuarse mejor a las realidades de los conflictos prolongados. Las operaciones humanitarias deben ser capaces de cambiar de rumbo sin dificultades, pasando de responder a las necesidades inmediatas de las personas a prever su subsistencia de largo plazo. Además, exhortamos a que las ideas sobre la resiliencia tomadas de la teoría sobre los desastres naturales se utilicen con precaución en relación con los conflictos armados, para evitar que se insinúe, ni siquiera por error, que se debe fortalecer la resiliencia de las personas a las violaciones graves del derecho humanitario.

Por último, las organizaciones humanitarias a menudo aspiran a proteger y asistir a las personas afectadas por conflictos armados porque comparten un sentimiento de humanidad común, pero sus modalidades de trabajo pueden ser diferentes. Alentamos a la Cumbre Humanitaria Mundial a reconocer que no existe un único sistema humanitario internacional, y que se deben respetar los distintos enfoques. La asistencia humanitaria actúa con la máxima eficacia cuando se permite que esos enfoques coexistan y se complementen, no cuando se impone uno a costa de los otros.

Este artículo, redactado por Walter Füllemann, jefe de la delegación del CICR en Bruselas, fue publicado el 18 de diciembre de 2015 en el blog de la Comisión Europea.