Caracas (CICR) – Arnaud de Baecque, jefe de la delegación regional del CICR para Venezuela, Aruba, Curazao, Bonaire y Trinidad y Tobago, ha finalizado hoy su misión de 4 años liderando las actividades humanitarias que lleva a cabo la organización en Venezuela y con las que se han beneficiado directamente a más de 500.000 personas afectadas por la violencia. Además, el efecto multiplicador del trabajo del CICR -en muchas ocasiones realizado junto con la Cruz Roja Venezolana- también ha tenido un impacto positivo indirecto sobre otras miles de personas en zonas donde la organización está presente.
Durante una ronda de reuniones de despedida, de Baecque tuvo la oportunidad de encontrarse con el Canciller de la República, Yvan Gil, representantes del gobierno Venezuela y otros líderes políticos y de la sociedad civil, así como con la Cruz Roja Venezolana y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, con quienes pudo repasar los logros y retos de la acción humanitaria del CICR durante los últimos cuatro años, entre los que destacan más de 10.000 personas privadas de libertad que cada año recibieron visitas y mejoras a sus condiciones en centros de detención civiles y militares, casi 100 estructuras entre centros de salud, forenses, penitenciarios y comunitarios que fueron rehabilitadas y dotadas con los insumos necesarios para su funcionamiento en el largo plazo, entre otras actividades.
"Gracias a esto el CICR ha podido ofrecer una respuesta humanitaria adaptada, oportuna y sustentable que sigue siendo necesaria, pues a pesar de que se han visto algunas mejoras en la situación del país desde 2019, las necesidades humanitarias generadas por diversas situaciones de violencia en comunidades de Apure, El Callao, Petare o Amazonas siguen siendo importantes y afectan a la población de diversas formas como desplazamientos forzados, afectaciones a la salud mental, escaso acceso a servicios esenciales, privación de la libertad, pérdida del vínculo familiar, entre otros", afirmó de Baecque.
En Venezuela, las actividades del CICR tienen por objetivo proteger la vida y la dignidad de las personas afectadas por la violencia armada en zonas de los estados Zulia, Apure, Táchira, Bolívar, Aragua, Miranda, Amazonas y Distrito Capital. "Para esto, el diálogo confidencial y bilateral con actores armados es de vital importancia. A través de él, promovemos ante las autoridades y portadores de armas estatales y no estatales el cumplimiento de las responsabilidades que les imponen las normas que protegen a las personas", explicó.
En 2024, el CICR continuará su mandato humanitario en el país, trabajando de la mano con las comunidades, la Cruz Roja Venezolana, autoridades y demás actores de la sociedad. En los países del Caribe, realizará actividades de promoción del derecho internacional humanitario y otras normas internacionales relevantes junto a sus socios del Movimiento Internacional de la Cruz Roja.
Acerca del CICR
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) es una organización neutral, imparcial e independiente con un cometido exclusivamente humanitario establecido en los Convenios de Ginebra de 1949. Ayuda a personas afectadas por conflictos armados y por otras situaciones de violencia en todo el mundo, haciendo lo posible por proteger su vida y su dignidad, y por aliviar su sufrimiento, a menudo junto con sus socios de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
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