Los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales son tratados internacionales que contienen las normas más importantes para limitar las brutalidades de la guerra. Protegen a quienes no participan en los enfrentamientos (personas civiles, médicos, trabajadores humanitarios) y a quienes ya no pueden participar (soldados heridos, enfermos y náufragos, prisioneros de guerra).