Fundación para el CICR

El periodo de entreguerras fue una época de gran incertidumbre, y la Fundación para el CICR se ideó como una manera de afianzar el futuro de la acción humanitaria imparcial, neutral e independiente. Más de noventa años después, el CICR enfrenta un conjunto de desafíos totalmente distintos, como las nuevas tecnologías, la naturaleza cambiante de la guerra y la crisis climática cada vez mayor. Para satisfacer las necesidades de personas en todo el mundo, el CICR y otras organizaciones humanitarias deben adaptarse a esas nuevas realidades —y con rapidez—, por medio de la innovación y el aprovechamiento del poder de la tecnología.

Aceleramos la innovación humanitaria con el fin de fortalecer la capacidad del CICR y otros componentes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para prevenir y aliviar el sufrimiento. Al seleccionar los proyectos de incubación y las iniciativas de innovación en los que avanzaremos, nos guiamos por el principio de humanidad, siempre con el fin de lograr el mayor impacto y el más persistente en la vida de las personas afectadas por conflictos armados y otras situaciones de violencia. A continuación, presentamos algunas de las iniciativas a las que prestamos apoyo.

El motor de la Fundación es su fondo de dotación y los fondos específicos que incluye, lo cual genera un flujo estable de ingresos. El CICR invierte esos ingresos en proyectos de innovación humanitaria que realiza junto con sus asociados, en particular, dentro del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. En 2020, la Fundación se reestructuró y se convirtió en fundación paraguas. Ahora puede contener fondos específicos establecidos por personas, por ejemplo, en memoria de un ser querido o como parte del plan de inversión filantrópica de una familia, o por entidades jurídicas que desean promover sus aspiraciones humanitarias.