Las cárceles y otros lugares de detención son entornos cerrados en los que las personas (incluido el personal) viven en estrecha proximidad. Cada país tiene la responsabilidad de aumentar su nivel de preparación, alerta y respuesta para identificar, gestionar y atender los nuevos casos de COVID-19. Los países deben prepararse para responder a los diferentes escenarios de salud pública, reconociendo que no existe un enfoque único para el manejo de los casos y brotes de COVID-19. Se han definido cuatro escenarios de transmisión que podrían experimentar los países a nivel subnacional para COVID-19, por lo que los países deberían ajustar y adaptar su enfoque al contexto local.