Desde nuestra oficina en Donetsk, la responsable de la subdelegación del CICR, Joan Audierne, relata cómo la escalada de la violencia en y alrededor de esa ciudad durante la últimas dos semanas ha deteriorado de manera dramática la situación de la población civil. Las personas tienen temor de trasladarse de un lugar a otro y el CICR se ha visto obligado a suspender algunas de las actividades humanitarias que tenía previstas en Donetsk y en la frontera. Los equipos de la Institución se encuentran a la espera de poder reanudar su labor tan pronto como estén dadas las condiciones de seguridad necesarias.
