Declaración

Ébola: el mundo necesita trabajadores humanitarios en África occidental

El mundo necesita trabajadores humanitarios en África occidental. Estigmatizarles y restringir su desplazamiento obstaculizará la respuesta mundial.

Declaración del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja

Para ser eficaz, la respuesta mundial a la crisis de la enfermedad por el virus Ébola en África occidental requiere el libre desplazamiento de los trabajadores humanitarios de una región a otra. El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja insta a todos los gobiernos a apoyar y facilitar de inmediato dicho desplazamiento, y asegurar que los trabajadores de la salud que vuelven de países afectados por el Ébola sean tratados con respecto y sin discriminación, pues están en primera línea de todos nuestros esfuerzos para contener y combatir la enfermedad.

Los trabajadores locales e internacionales al centro de la respuesta humanitaria al Ébola son una inspiración para todos nosotros y vitales para demostrar que esa labor se puede emprender de forma segura y protegida. El estigma o la discriminación de los trabajadores de la salud –incluido su aislamiento sin ninguna base científica– inevitablemente redundará en una crisis de recursos humanos en momentos en que necesitamos personas calificadas que estén dispuestas unirse a la respuesta e ir allí donde son más necesarias.

Si bien la preparación y la vigilancia proporcionales son apropiadas, las restricciones de viaje obstaculizarán, y ya lo hacen, la respuesta al Ébola, lo que paradójicamente, puede aumentar el riesgo de propagación de la enfermedad.

La restricciones en África occidental podrían llevar a encubrir la epidemia y obligar a los pacientes que presentan síntomas de la enfermedad a atravesar las fronteras de manera extraoficial, lo que dificultaría en grado sumo a los gobiernos y las agencias humanitaria realizar el seguimiento de los mismos y el rastreo de contactos que es crucial, puesto que contribuye a prevenir el crecimiento de la enfermedad. Asimismo, nos impiden tratar eficazmente a los pacientes, por lo cual, aumentará el número de muertes prevenibles.

Globalmente, instamos a nuestros asociados, los gobiernos y los medios de comunicación a unirse de inmediato al esfuerzo de lucha contra el estigma y la discriminación en los países afectados y el resto del mundo. Una epidemia de temor está obstaculizando nuestros esfuerzos de respuesta y, por consiguiente, fomentando la propagación de la enfermedad.  

El temor no debería llevar a la parálisis, sino inspirar la solidaridad con quienes libran la lucha contra esta enfermedad en el terreno donde la oportunidad de impacto es mayor. No se trata de una lucha que podemos ganar desde lejos.

El Ébola es un problema mundial que exige una respuesta mundial ya mismo.

Para más información:
Benoit Matsha-Carpentier, FICR, Ginebra, tel.: +41 79 213 24 13
Thomas Glass, CICR, Ginebra, tel.: +41 79 244 64 05