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Ébola: reforzar la respuesta humanitaria

Los efectos devastadores de la epidemia del virus del Ébola en Liberia, Guinea y Sierra Leona han producido un gran impacto no sólo en los sistemas de salud de estos países, sino también en sus economías. Mientras las autoridades y la comunidad internacional responden a la afluencia de pacientes víctimas de la enfermedad, el CICR pone su experiencia y conocimientos a disposición de los centros de salud y de los trabajadores humanitarios que atienden la emergencia.

La fiebre del Ébola se desató a principios de 2014 en zonas rurales remotas de Guinea y se propagó luego a Liberia y Sierra Leona.  Se han informado casos de la enfermedad en las capitales densamente pobladas de los tres países, donde el riesgo de contagio es especialmente alto. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hacia el 22 de septiembre de 2014 se sabía o sospechaba que 5.843 personas habían contraído la enfermedad y que 2.800 personas habían fallecido víctimas de ella. Estas cifras no son representativas de la cantidad total de casos, ya que algunas personas infectadas no procuran atención médica o no tienen acceso a ella. Los esfuerzos de las autoridades y de los centros de salud por detener la epidemia han sido enormes, y se sigue luchando para enfrentar la magnitud del brote.  La crisis es tal que las organizaciones humanitarias no están en condiciones de manejarla sin ayuda.

Los sistemas de salud pública de los tres países, ya debilitados debido a conflictos prolongados, procuran aplicar medidas para contener el virus. Los centros especializados en este virus son escasos. Los trabajadores de salud carecen de equipos y de capacitación adecuados. Algunos sucumben a la enfermedad, mientras que otros se resisten a intervenir por miedo a infectarse.

La OMS ha hecho repetidos llamados para que las organizaciones humanitarias y los Estados refuercen los sistemas de salud de los países afectados por la epidemia. Sólo unos pocos han respondido. La organización Médicos Sin Fronteras está a cargo de centros de tratamiento de esta enfermedad en los tres países, y las respectivas Sociedades Nacionales de la Cruz Roja se ocupan de la evacuación de los restos humanos. La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja abrió un centro de tratamiento de la enfermedad en Sierra Leona. En los países vecinos, entre ellos Guinea, Costa de Marfil y Senegal, las Sociedades Nacionales, con el apoyo de la Federación Internacional, sensibilizan a la población acerca de las medidas para prevenir el contagio.

¿Cuál ha sido el aporte del CICR frente a esta emergencia?

La presencia del  CICR  en la región es de larga data. En Liberia, su delegación trabaja para proteger y asistir a las personas vulnerables afectadas por años de guerra civil, mientras que la delegación en Guinea procura principalmente proteger a las personas afectadas por la violencia. En ambos países, el CICR visita a las personas detenidas y brinda asistencia a las autoridades en cuestiones relativas a la detención.  En 2013, el CICR cerró su oficina en Freetown, Sierra Leona, en respuesta a la disminución de las necesidades observada  por aquel entonces, por lo cual sigue realizando actividades en ese país desde su delegación en Guinea.

Con respecto al brote de ébola, el CICR y la Federación Internacional- que está al frente de la respuesta global del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja- prestan su apoyo a las Sociedades Nacionales, a las organizaciones humanitarias y a las autoridades, y conducen, en coordinación con todos ellos, las tareas de ayuda a las personas afectadas por la enfermedad.

Al comienzo de la epidemia, la delegación del CICR en Liberia siguió muy de cerca la evolución de la situación y brindó ayuda a la Cruz Roja Nacional de Liberia y a otras organizaciones.  Por ejemplo, el CICR organizó talleres de apoyo psicológico y social para voluntarios de la Sociedad Nacional, personas que atendían líneas directas de ayuda, personal sanitario y otras personas, brindándoles los medios para aliviar la angustia de las víctimas de la enfermedad o de sus familiares. Los técnicos forenses del CICR ofrecieron asesoramiento especializado, capacitación e insumos para ayudar en la gestión de los cadáveres. Un experto en logística médica del CICR también proporcionó asesoramiento especializado al ministerio de salud y a diversas organizaciones humanitarias, con miras a mejorar la gestión y el almacenamiento de sus insumos.

El CICR puso a disposición de los ministerios de salud y justicia de Liberia sus conocimientos técnicos sobre el tratamiento de casos de bola confirmados o sospechados entre los detenidos, mediante medidas preventivas de higiene y garantizando que los detenidos tuvieran acceso al agua potable.  Además, el CICR desarrolla actividades de alimentación suplementaria en beneficio de los detenidos desnutridos.

En Guinea, la asistencia y las donaciones de equipos por parte del CICR ayudan a que la Cruz Roja de Guinea responda a las necesidades generadas por la epidemia y otras situaciones de emergencia. El apoyo financiero suplementario del CICR permitió que la Sociedad Nacional mantuviera sesiones informativas sobre enfermedades contagiosas y que capacitara a más de 280 voluntarios en materia de prevención de enfermedades, desinfección de hogares y gestión de restos humanos. Las autoridades carcelarias del país, con el apoyo del CICR, han tomado medidas para prevenir la propagación de la enfermedad, fomentando, por ejemplo, la práctica de lavarse las manos con regularidad.

El CICR tomó también todas las medidas necesarias para garantizar que tanto el personal de la Institución como sus familiares estén adecuadamente informados y equipados para protegerse de la enfermedad y tengan acceso a tratamiento especializado. En especial, adoptó y aplicó todas las medidas aprobadas por la OMS relativas al ambiente de trabajo.

¿Qué medidas tomó el CICR para reforzar su respuesta?

El CICR está desplegando personal suplementario, que incluye profesionales médicos y forenses, un ingeniero y un especialista en seguridad económica, a fin de apoyar las actividades nuevas y las que ya están en curso en Liberia.

Los especialistas del CICR estarán a cargo de:

  • ayudar a los voluntarios de la Sociedad Nacional y a los trabajadores del Estado en la gestión de los restos de las víctimas de la fiebre del Ébola, para que la tarea se realice de forma adecuada y digna;
  • capacitar al personal sanitario para que puedan protegerse a sí mismos y a los demás de contagios;
  • mejorar la infraestructura de provisión de agua e instalar sistemas eléctricos de emergencia en dos centros de salud en Liberia, y ayudar a tres centros de salud estatales en ese país a suministrar atención preventiva y curativa de calidad a los pacientes no infectados por ébola, en especial respaldando la creación de equipos de prevención de la enfermedad y coordinando el rápido traslado a los hospitales de pacientes infectados con el virus y de personas que requieran cuidados de urgencia;
  • instalar un crematorio en uno de esos centros a fin de dar un tratamiento final adecuado a los restos humanos;
  • a pedido de Médicos Sin Fronteras, complementar las raciones de comida para pacientes en su centro de tratamiento en Monrovia;
  • redactar un protocolo nutricional para favorecer la recuperación de los pacientes;
  • suministrar artículos domésticos esenciales tales como sábanas, frazadas, ropa, elementos de higiene, mosquiteros y lonas, para su distribución por la Cruz Roja  Nacional de Liberia a los familiares de las víctimas del ébola que perdieron sus pertenencias durante los procedimientos de desinfección.

La Federación Internacional está al frente de las actividades del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en respuesta al brote de ébola.  Para más información sobre su labor: www.ifrc.org.