Derecho internacional humanitario y política sobre

Seguridad alimentaria

No hay lugar donde se sufran más las consecuencias de la crisis alimentaria global que los países afectados por crisis humanitarias y devastados tras décadas de guerra o inestabilidad. El derecho internacional humanitario contiene normas para evitar que las personas pasen hambre y reducir la inseguridad alimentaria en situaciones de conflicto armado.

ICRC staff delivers food kits in Colombia.

Los conflictos armados provocan inseguridad alimentaria

En un conflicto armado, la población civil no puede sobrevivir mucho tiempo sin agua ni comida. En esas situaciones se agrava la inseguridad alimentaria como resultado de la conducción de las hostilidades y de la interrupción y degradación de los sistemas En un conflicto armado, la población civil no puede sobrevivir mucho tiempo sin agua ni comida. En esas situaciones se agrava la inseguridad alimentaria como resultado de la conducción de las hostilidades y de la interrupción y degradación de los sistemas alimentarios.

El derecho internacional humanitario (DIH) prohíbe terminantemente hacer padecer hambre a la población civil como método de guerra y establece una lista no exhaustiva de los “bienes indispensables para la supervivencia de la población civil” que gozan de protecciones adicionales: los artículos alimenticios, las zonas agrícolas que los producen, las cosechas, el ganado, las instalaciones y reservas de agua potable, y las obras de riego. Está prohibido atacar, destruir, sustraer o inutilizar estos bienes excepto en circunstancias muy excepcionales.

El llamado a la acción del CICR en torno a la seguridad alimentaria

Primero, en conflictos armados, las partes en conflicto tienen la responsabilidad principal de garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de la población civil bajo su control. Deben proteger los cultivos, el ganado, las estructuras hídricas y las instalaciones de salud indispensables para la supervivencia de la población. Ello implica, entre otras cosas, facilitar el paso rápido y sin trabas de la ayuda humanitaria.

Segundo, el financiamiento para atender la crisis alimentaria debe aumentarse de inmediato para poder salvar vidas. No obstante, las medidas más a largo plazo en torno a la gestión de riesgos y el fortalecimiento de la resiliencia también son esenciales a modo de preparación ante una próxima crisis. Debemos procurar que la asistencia llegue a las personas afectadas por conflictos armados y apoye prácticas agrícolas y pastoriles que contemplen factores climáticos.

Tercero, satisfacer la amplia gama de necesidades en el corto, mediano y largo plazo requiere movilizar las capacidades de diversos actores, incluidas las organizaciones humanitarias y de desarrollo, las instituciones financieras y las autoridades locales y regionales.

Qué dice el derecho