Retos humanitarios 2025: la situación en Colombia alcanzó en 2024 su punto más crítico en ocho años

En 2024, el deterioro de la situación humanitaria en Colombia alcanzó su punto más crítico en los últimos ocho años, advirtió el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) al presentar el informe Retos Humanitarios 2025. La intensificación de las hostilidades, el endurecimiento del control de los grupos armados sobre la población civil y la creciente falta de respeto del derecho internacional humanitario aumentaron de manera alarmante los riesgos para la vida, la integridad y la dignidad de miles de personas.
“El sufrimiento de estas comunidades no es una consecuencia inevitable de los conflictos armados. Es el resultado directo de la falta de respeto a las normas humanitarias diseñadas precisamente para proteger a quienes no participan en las hostilidades”, afirmó Patrick Hamilton, jefe de la delegación del CICR en Colombia. “La población civil sigue pagando un precio demasiado alto. Esto no debería suceder”.
En 2024, el CICR documentó 382 presuntas violaciones al derecho internacional humanitario (DIH), reflejo de la creciente falta de respeto a las normas que protegen a la población civil y a quienes han dejado de participar en los enfrentamientos. El 44 % de estas violaciones estuvieron dirigidas contra la vida y la integridad física y mental de las personas protegidas por el DIH. Un 33 % se relacionó con la conducción de las hostilidades, particularmente con el incumplimiento de la obligación de las partes en conflicto de tomar precauciones para proteger a la población civil y los bienes de carácter civil de los efectos de los ataques. El 23 % restante abarcó hechos que afectaron la satisfacción de las necesidades básicas en las comunidades, su bienestar y el acceso a servicios esenciales.
Estas cifras, a pesar de reflejar únicamente los casos documentados directamente por el CICR, evidencian los graves retos que enfrenta el país para garantizar la protección de quienes no participan en las hostilidades. El CICR expresó su profunda preocupación ante esta falta de respeto al DIH y recordó que las partes en conflicto tienen la responsabilidad inexcusable de salvaguardar a la población civil.
No hay excusas: la protección de los civiles y el cumplimiento del DIH no son opcionales
Patrick Hamilton
Jefe de la Delegación del CICR en Colombia
Al inicio de mi misión como jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Colombia, me alertó el deterioro de la situación humanitaria como resultado de la intensificación de los conflictos armados en el país. Durante 2024, el aumento de las violaciones del derecho internacional humanitario (DIH) y, por ende, de las consecuencias humanitarias, fue evidente en las zonas más afectadas por esos conflictos.
Colombia: la protección de la población civil enfrenta una grave crisis
En 2024, la situación humanitaria en Colombia se deterioró de manera preocupante. La intensificación de las disputas territoriales entre grupos armados, su reconfiguración y fragmentación, el incremento de las acciones armadas, el endurecimiento de los mecanismos de control sobre la población civil en zonas bajo el dominio de actores armados, así como la reanudación de las hostilidades entre la Fuerza Pública y algunos de estos grupos tras el fin de los ceses al fuego, aumentaron significativamente la exposición de la población civil a graves riesgos de protección y a violaciones del DIH.
El peligro constante de los artefactos explosivos
La presencia, uso y abandono de artefactos explosivos tiene efectos devastadores sobre la población civil. El año pasado, comunidades enteras se vieron obligadas a desplazarse o confinarse debido a la constante amenaza que representan estos artefactos. Como consecuencia, estas poblaciones perdieron sus medios de subsistencia y experimentaron profundas transformaciones en su forma de vida al no poder transitar libremente por sus territorios.
Confinamiento, desplazamiento y afectación a los medios de vida
En 2024, el confinamiento de comunidades en Colombia alcanzó su punto más crítico en los últimos ocho años. Los eventos de confinamiento aumentaron en un 102 %, y la población afectada creció en un 89 % en comparación con el año anterior.
A este complejo panorama se suma el desplazamiento masivo e individual. El año pasado, 41.228 personas se desplazaron de manera masiva en 15 departamentos. Aunque esto representa una disminución en el número de personas afectadas con relación a 2023, no significa que la situación haya mejorado, ya que los eventos reportados por este tipo de desplazamiento aumentaron un 34 % debido a la intensificación de las hostilidades y del incremento de las amenazas e intimidaciones contra la población civil.
La desaparición: el dolor de no saber
En Colombia, la desaparición de personas continúa siendo una tragedia interminable. Miles de familias durante años, e incluso décadas, han buscado incansablemente a sus seres queridos. En esa búsqueda, se enfrentan a innumerables obstáculos, dificultades y, en muchos casos, a la estigmatización por exigir respuestas sobre la suerte y el paradero de sus familiares.
La asistencia de salud: otra víctima de los conflictos armados
Los actos violentos contra quienes brindan asistencia de salud fueron otra de las consecuencias humanitarias que se intensificaron el año pasado. La Mesa Nacional de Misión Médica registró 201 infracciones (eventos relacionados con los conflictos armados), entre ellos hechos particularmente graves, como el homicidio de 5 personas.
Víctimas y sobrevivientes de violencia sexual: entre la invisibilidad y la desprotección
Otro tema que nos preocupa es la violencia sexual, una de las problemáticas más invisibilizadas en las zonas más afectadas por los conflictos armados y la violencia. Las cifras disponibles no reflejan la magnitud real de este fenómeno, pues existe un marcado subregistro. Muchas víctimas y sobrevivientes optan por el silencio, ya sea por miedo a represalias, vergüenza o sentimiento de culpa. Además, la desconfianza en las instituciones y las barreras de acceso a la ruta de atención estatal impiden que se reporte un número considerable de casos.
Clasificación de los conflictos armados en Colombia
La compleja realidad descrita en los apartados de los Retos Humanitarios 2025 es, en parte, reflejo de la reconfiguración y fragmentación de los grupos armados, junto con un escenario inestable y en constante transformación, lo que ha intensificado los retos humanitarios. Sin embargo, esta volatilidad aún no se refleja en nuestra clasificación jurídica actual sobre los conflictos armados, puesto que, al final del 2024, no contábamos con información precisa y suficiente para establecer una nueva clasificación.
El impacto de los conflictos armados en la infancia y la adolescencia
En 2024, los niños, niñas y adolescentes en Colombia continuaron siendo involucrados directamente en los conflictos por actores armados estatales y no estatales. Esta problemática se manifestó en el incremento significativo del reclutamiento, uso y utilización de menores de edad, según información recopilada por nuestros equipos en el terreno.
Condiciones de detención dignas: un camino pendiente
En 2024, las condiciones de detención de las personas privadas de libertad siguieron deteriorándose, al igual que el bienestar y la seguridad del personal del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), a pesar de la emergencia carcelaria declarada por el Gobierno colombiano en febrero de ese año. En este contexto, debe señalarse que el INPEC y la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (USPEC), al ser entidades civiles, no forman parte de las Fuerzas Armadas de Colombia ni tienen un rol de participación directa en las hostilidades.
Conoce más de nuestro trabajo en Colombia
Para descargar nuestras hojas informativas por zona operacional, dale clic a cada una de las imágenes a continuación.
Contacto para medios
Lorena Hoyos, CICR, Bogotá
Oficial de relaciones públicas
Teléfono: +57 310 221 81 33
Correo electrónico: bhoyosgomez@icrc.org
Laura Santamaría, CICR, Bogotá
Coordinadora de Comunicaciones
Teléfono: +57 311 491 07 89
Correo electrónico: lsantamariabuitrago@icrc.org