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Brote: lucha contra el ébola en una zona de conflicto armado

Por segunda vez en cuestión de meses, el ébola pone en riesgo vidas humanas en la República Democrática del Congo. En esta oportunidad, el letal virus del Ébola azotó Kivu Norte, una zona plagada de conflictos armados y violencia donde los efectos del virus podrían ser aún más devastadores.

"La operación será muy compleja porque se llevará adelante en una zona que, hace veinte años, está inmersa en conflictos armados", afirmó Hanna Leskinen, portavoz para el Comité Internacional de la Cruz Roja, en conversacióna con la agencia Associated Press.

"Las personas se desplazan con regularidad: nuevas comunidades se ven obligadas a huir debido a las olas de violencia, lo que dificulta mucho la identificación de las personas infectadas."

En las inmediaciones de Beni y Mangina —epicentro del brote—, existen grupos armados que, prácticamente, rodean la zona. Hoy en día, el CICR —junto con la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Cruz Roja de la República Democrática del Congo— lucha para detener la propagación del virus antes de que este ingrese en zonas donde hay presencia de grupos armados.

El objetivo inmediato del equipo de la Cruz Roja es prestar apoyo para que los entierros se realicen en condiciones seguras y dignas. El virus del Ébola es más infeccioso tras la muerte de la persona infectada. Por esa razón, la manipulación en forma segura de los cuerpos de personas muertas presuntamente a causa del ébola es crucial para frenar la propagación. En los últimos días, el equipo de la Cruz Roja capacitó a 48 voluntarios de la Cruz Roja de Beni y Mangina para recoger y enterrar los cuerpos de las personas que, según se presume, murieron a causa del ébola.

Asimismo, el equipo de la Cruz Roja difunde información sobre el virus del Ébola en en las comunidades, mejora los sistemas de suministro de agua y saneamiento —sobre todo, en las cárceles— y apoya tanto a hospitales como a establecimientos de salud en la prevención de infecciones y en la implementación de medidas de control.

"Estamos muy preocupados porque, en la zona septentrional de Kivu Norte, hace años que las personas se ven afectadas por conflictos armados", expresó Nicolas Lambert, director adjunto de la delegación del CICR en la República Democrática del Congo y jefe de su equipo de respuesta contra el ébola.

"Un brote de ébola podría tener efectos devastadores en comunidades que, de por sí, son vulnerables."